Cuando sientas una pena que te embargue
y no puedas soportar mas la tristeza,
es la hora de emprender nuevos caminos
y calmar las inquietudes que te acechan.
Es el tiempo de parar los corazones,
contener a los latidos que aletean,
respirar profundamente del salitre
y nadar entre las algas y mareas.
Es posible que quisieras mil caricias
que llegaran de la noche y las estrellas,
es posible que quisieras mil abrazos
que no tienes y que sabes no te llegan.
Pero tienes esa música sin nombre,
la que suena cada día por la tierra,
la que baja con el río palpitante,
sin batuta y director en esa orquesta.
Cuando sientas una pena que te embargue
y no puedas aguantar por la ceguera,
has de comprender al mundo de las sombras
y caminar por senderos y entre nieblas.
Al final encontrarás los carruseles,
los hermosos coloridos de las ferias,
las luces parpadeantes de las norias
y a los trenes y pegasos dando vueltas.
Es entonces, que quisieras ser un ángel,
y volar como gaviota por la fiesta,
planear sobre las nubes en la tarde
y sentir mil sensaciones y bellezas.
Pero tienes el billete caducado,
el tren, de la estación, marcha y no regresa,
la voz no te responde y ya se apaga
y quedas entre cenizas y traviesas.
"...Cuando sientas una pena que te embargue
y no puedas aguantar más la tormenta,
es la hora de arrancar viejas espinas
del herido corazón que le atraviesan..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/10/12
y no puedas soportar mas la tristeza,
es la hora de emprender nuevos caminos
y calmar las inquietudes que te acechan.
Es el tiempo de parar los corazones,
contener a los latidos que aletean,
respirar profundamente del salitre
y nadar entre las algas y mareas.
Es posible que quisieras mil caricias
que llegaran de la noche y las estrellas,
es posible que quisieras mil abrazos
que no tienes y que sabes no te llegan.
Pero tienes esa música sin nombre,
la que suena cada día por la tierra,
la que baja con el río palpitante,
sin batuta y director en esa orquesta.
Cuando sientas una pena que te embargue
y no puedas aguantar por la ceguera,
has de comprender al mundo de las sombras
y caminar por senderos y entre nieblas.
Al final encontrarás los carruseles,
los hermosos coloridos de las ferias,
las luces parpadeantes de las norias
y a los trenes y pegasos dando vueltas.
Es entonces, que quisieras ser un ángel,
y volar como gaviota por la fiesta,
planear sobre las nubes en la tarde
y sentir mil sensaciones y bellezas.
Pero tienes el billete caducado,
el tren, de la estación, marcha y no regresa,
la voz no te responde y ya se apaga
y quedas entre cenizas y traviesas.
"...Cuando sientas una pena que te embargue
y no puedas aguantar más la tormenta,
es la hora de arrancar viejas espinas
del herido corazón que le atraviesan..."
Rafael Sánchez Ortega ©
05/10/12
ResponderEliminarbuenos consejos Rafael
las penas como llegan se van
así como las alegrías
todos es levedad, hasta la propia existencia
abrazos y feliz jornada
Tienes razón Elisa, quizás el protagonista solamente estaba dejando "salir su tristeza".
ResponderEliminarUn abrazo y feliz jornada también para ti.
HOLA RAFAEL
ResponderEliminarPRECIOSO POEMA, ESPERANZADOR.
LAS PENAS A VECES NO SE VAN TAN FÁCIL, OJALÁ ASÍ FUERA, SERÍAMOS UN POCO MÁS FELICES... HAY PENAS QUE SON MUY HONDAS.
UN BESITO
Es cierto Luján, si tuviéramos una varita mágica podríamos hacer que desaparecieran rápidamente, pero no la tenemos. Entonces nos queda la paciencia y la esperanza y a esos medios debemos recurrir.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
A veces hay que luchar tanto para evadirnos de esa pena. Tanto que sin fuerza nos quedamos.
ResponderEliminarOtras en cambio, en la pena y no salir de ella, nos regodeamos...
Abrazos
Cuando sientas que no puedes mas y la pena te embarga, ve hacia la luz esas que te espera tras las sombras y deja que vuelva la alegría. Gran poema Rafael. Besos
ResponderEliminarMuchas veces es preciso hacer esto: abrir las compuertas del corazón y dejar que chorree la tristeza "sobrante" antes de que se desborde. Siempre queda la poesía, Rafael, ese gran canal de emociones...
ResponderEliminarUn abrazo mañanero.
¡Cuánta razón tienes TriniReina! y ante algo parecido nos queda mirar al infinito, llorar ó simplemente ponernos a escribir emborronando las cuartillas.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día.
Quitar la penas es oxigenar el corazón, es sacar la negatividad del alma y caminar un nuevo camino.
ResponderEliminarUn abrazo Rafael.
Sí, Alicia, tendremos que ir hacia esa luz con la esperanza siempre latente, para recuperar la alegría.
ResponderEliminarBesos.
Totalmente de acuerdo María, salvo que hay que tener cuidado cuando se abran las compuertas y que la corriente no te arrastre río abajo con las aguas.
ResponderEliminarPero pienso como tú, que "siempre nos quedará la poesía", y eso es algo que nada ni nadie debe arrebatarnos.
Un abrazo y feliz día.
Así debería ser en teoría Osvaldo, aunque todos sabemos que en la práctica cuesta siempre un poquito más.
ResponderEliminarUn abrazo.
La noche no es eterna aunque nos lo parezca en algunas ocasiones. Tambien llegan las alboradas, y entonces es cuando nos damos cuenta que la vida merece la pena.
ResponderEliminarUn abrazo para tí y que pases un buen fin de semana, Rafael
FINA
No Fina, la noche no es eterna, aunque algunas veces nos lo parezca. Seguro de que también llegan las alboradas y seguro que en algunas se puede ver esa nueva luz que esperamos.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz tarde.
Que bonita poesia, Rafael, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn beso
No cabe duda que la tristeza no es una buena compañía, por ello es mejor despistarla y ahuyentarla cuando sentimos que nos acecha o repentinamente nos visita.
ResponderEliminarSiempre hay más razones para sonreír, que para llorar o estar tristes.
Besitos de mariposa, Rafael.
Lindo fin de semana!!!
Gracias Anna, me alegra de que te gusten mis versos.
ResponderEliminarUn beso también para ti en esta noche.
Ufff, cuanta razón que tienes amigo. Tu poema me llega muy sensiblemente en este momento. Gracias por compartir tan sabios pensamientos. Un abrazo.
ResponderEliminarNo Diana, la tristeza no es buena compañía, pero a veces hay que llevarla y soportarla, no queda más remedio. Por otro lado estoy seguro de que siempre hay razones para sonreír. Cualquier cosa y detalle nos puede arrancar esa sonrisa, no lo dudes.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
¡Ay Paty, quisiera no tener esa razón y llevar la sonrisa a tus labios...! Trata de recoger lo positivo de ella, (si es que existe), y lo demás olvídalo. ¡Ánimo que estoy seguro que tus lágrimas quedarán guardadas celosamente y ofrecerás a tus seres queridos esa sonrisa que esperan...!
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
gracias por tu huella Rafael
ResponderEliminary cuanta razón llevas!!!
ojalá me muera siendo principiante y aprendiz porque que quienes se juran maestros es que ya nada tienen que aportar, su tiempo ya pasó y estancados quedaron
abrazo y feliz fin de semana
No escribí lo de principiante por tu poesía Elena, sino por los versos que salían al poema. Así los vi y así me parecieron, pero llenos de vida y poesía, algo que quizás muchos autores consagrados no pueden ofrecer, porque su tiempo ya pasó, (como bien dices), y su vida y sentimientos son planos y puede que estén en coma.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Es cierto,Rafael,la pena es una invitada,que no debemos dejar mucho tiempo en casa...Es bueno poner en la mente y en el corazón nuevas ideas y sentimientos,que nos permitan avanzar hacia adelante y no estancarnos en la tristeza.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo siempre.
M.Jesús