¡Qué imagen tan hermosa nos mostrabas
sentada con los brazos hacia el cielo!,
tratabas de abrazar a tantas hojas
bajando como lluvia hasta tu seno.
Tenías esa estela de princesa
tratando de ofrecernos, sin misterio,
el canto de las hojas muy doradas
rozando por tus manos y tu pelo.
Las luces de la tarde, con su broche,
ponían ese broche sempiterno
del cuadro magistral con la hermosura
surgido de la mano de un maestro.
Al verte se me ahogaron las palabras,
¡tenías un poema tan perfecto!,
que sólo con mirarte ya nacían
las letras y canciones de mis versos.
Tenías la belleza de las hadas
surgidas de los bosques, en los cuentos,
más era tu presencia y tu figura,
la flor que destacaba sobre el suelo.
Un árbol que se hallaba muy cercano
altivo se elevaba con tus sueños,
cubierto por la luz y la belleza
de un aura sacrosanta y sin secretos.
Por ello regalaba con sus ramas
las hojas tan doradas sin recelo,
con versos recogidos de los dioses
queriendo consagrarlos en tu pecho.
Te vi que suspirabas un instante
y vi como tus ojos, muy abiertos,
buscaban esa paz y la dulzura
que tanto precisabas con anhelo.
Y entonces se produjo aquel milagro;
notario fui del mismo y lo celebro,
las hojas te abrazaron y besaron
formando con tu cuerpo un lindo lecho.
Entonces los relojes se pararon,
mis ojos se cerraron un momento;
yo quise retener aquel instante
cual niño ilusionado en su cuaderno.
¡Qué imagen tan hermosa nos mostrabas,
princesa del otoño y del invierno!,
cubriendo tu silueta y tu figura
las hojas más doradas del hayedo.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/10/12
sentada con los brazos hacia el cielo!,
tratabas de abrazar a tantas hojas
bajando como lluvia hasta tu seno.
Tenías esa estela de princesa
tratando de ofrecernos, sin misterio,
el canto de las hojas muy doradas
rozando por tus manos y tu pelo.
Las luces de la tarde, con su broche,
ponían ese broche sempiterno
del cuadro magistral con la hermosura
surgido de la mano de un maestro.
Al verte se me ahogaron las palabras,
¡tenías un poema tan perfecto!,
que sólo con mirarte ya nacían
las letras y canciones de mis versos.
Tenías la belleza de las hadas
surgidas de los bosques, en los cuentos,
más era tu presencia y tu figura,
la flor que destacaba sobre el suelo.
Un árbol que se hallaba muy cercano
altivo se elevaba con tus sueños,
cubierto por la luz y la belleza
de un aura sacrosanta y sin secretos.
Por ello regalaba con sus ramas
las hojas tan doradas sin recelo,
con versos recogidos de los dioses
queriendo consagrarlos en tu pecho.
Te vi que suspirabas un instante
y vi como tus ojos, muy abiertos,
buscaban esa paz y la dulzura
que tanto precisabas con anhelo.
Y entonces se produjo aquel milagro;
notario fui del mismo y lo celebro,
las hojas te abrazaron y besaron
formando con tu cuerpo un lindo lecho.
Entonces los relojes se pararon,
mis ojos se cerraron un momento;
yo quise retener aquel instante
cual niño ilusionado en su cuaderno.
¡Qué imagen tan hermosa nos mostrabas,
princesa del otoño y del invierno!,
cubriendo tu silueta y tu figura
las hojas más doradas del hayedo.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/10/12
La imagen es hermosa, sin duda, una delicia, pero tus versos lo son aún más.
ResponderEliminarY transmiten alegría.
Besos Rafael, que tengas una buena noche
Gracias Verónica, que tu noche sea también feliz y que amanezcas con una sonrisa en los labios.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bellas evocaciones e imagenes prístinas las que se forjaron en la contemplación...qué bien nos hace ser contemplativos de lo que nos rodea y nutrirnos el alma de los gestos, sonidos, colores o palabras que retendremos en ese instante.
ResponderEliminarPuro color en imagenes visuales y poéticas,Rafael!
Para soñar en colores! :)
Muchos besos en la noche,amigo querido.
Las imágenes refrescan el alma, Maritza, y de eso tú sabes un poco, ¿verdad?...
ResponderEliminarBesos y abrazos para ti en esta noche, querida amiga.
Una imagen puede mostrarnos hasta lo que no se ve como nos reflejan tus versos, inspirados en tan bonita imagen.
ResponderEliminarCariños....
Una imagen hermosa que como otoño se desvanece. Se desvanece, pero deja su impronta...
ResponderEliminarSaludos
Un bello poema para una imagen maravillosa.
ResponderEliminarBuen miércoles,Rafael.
Cierto Orlan, desde una imagen se puede elevar la imaginación al infinito.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día.
Todas las imágenes tienen su impacto y luego se van quedando desvanecidas en el recuerdo, TriniReina, lo importante es, como bien dices, que dejen su impronta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Morgana por ver así mis versos.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz miércoles.
Una imagen sin duda perciosa, y ese abrazo de las hojas que consiguen que se detenga el toiempo. Precioso rafael. Abrazos
ResponderEliminarGracias Alicia, me alegra que veas el otoño también en esta imagen.
ResponderEliminarUn abrazo.
Rafael,creas y te recreas en tus letras,soñando y sobrevolando la realidad...Todo ello lo sentimos y lo hacemos nuestro.Es un placer leerte y seguir verso a verso el paso de tu idea y tu sentir al unísono,interpretando una bella melodìa otoñal,que nos llega al alma...
ResponderEliminarMi felicitación por esta belleza,que no tiene precio.
Mi abrazo inmenso y feliz día,compañero de letras.
M.Jesús
Pues todo surgió tal y como insinúas. Vi una imagen y la tomé para dar vida, con la imaginación y mis sueños, a un contenido ficticio. Así fueron saliendo los versos M.Jesús. Uno a uno, como bien dices, y quizás en demasía. Pero es que el cuadro y la imagen creo que lo merecían.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso y feliz día también para ti, querida amiga.
Una imagen que vale por mil palabras.
ResponderEliminarMuy bello
Besos
Cierto Anna, a veces una imagen vale más que las palabras.
ResponderEliminarBesos en la tarde.
Aquellas imágenes que delineas con tus letras, dentro de un recuadro de sueños y fantasías, siempre son perfectas.
ResponderEliminarMuy bello!
Abrazos alados.
Me encanta esa facilidad para hacer un poema tan precioso mirando una foto, tu princesa lo merece.
ResponderEliminarUn abrazo.
No te equivoques Diana, seguro que son tan imperfectas como tú y como yo. Idealizar en poesía es algo fácil y todos lo sabemos.
ResponderEliminarAbrazos en la noche.
No sé Ana, quizás la práctica de escribir con frecuencia, pero sólo eso. En cuanto a "mi princesa", ese sueño que todos tenemos, ignoro si lo merece, porque los sueños "sólo son sueños".
ResponderEliminarUn abrazo inmenso.
Una bella imagen con un más precioso poema, amigo Rafael, con él vas dibujando tus versos al ritmo del color de la imagen, y te ha quedado pintados los versos con colores hermosos.
ResponderEliminarUn beso.
muy buenas rimas Rafael
ResponderEliminarfelicitaciones
abrazos y buen jueves
La belleza mezclada entre las hojas
ResponderEliminarde una princesa del otoño y el invierno, inspiraron la pluma del poeta,
que nos regala la hermosura en estos versos.
¡Excelente poeta!Un abrazo
Gracias María, pero la imagen tuvo la culpa, lo demás fue bastante sencillo.
ResponderEliminarUn beso en la noche.
Gracias Elisa, abrazos para ti y que disfrutes de un lindo jueves, querida amiga.
ResponderEliminarToda una mezcla Alma, como bien sabes. Así es la poesía y nada debo decirte. Gracias por tus letras y visita.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Los sueños siempre son perfectos, o al menos para mí... No los idealizo, simplemente los separo de la realidad.
ResponderEliminarAbrazos alados!
Tienes razón Diana, porque así debemos hacer y seguro que es lo mejor, ya que conservan esa perfección, dentro de nuestro sueño y utopía, y conviven a la vez con la realidad que nos rodea.
ResponderEliminarAbrazos en la noche.