Me robaste la esperanza
que alumbraba mi destino,
y con ella tantos sueños
se quedaron en suspiros.
Y volvieron a las sombras
sentimientos florecidos,
de una nueva primavera
con las fuentes y los ríos.
Se quedaron sin cascadas
los dibujos de los niños,
y también sus ilusiones
que se fueron con sigilo.
Yo quedé desconsolado
y parado en el camino,
tembloroso y asustado
sin tomar ningún partido.
Me robaste la esperanza,
la ilusión del peregrino,
y con ella tantas cosas
que no sé ni lo que digo.
Me embriagaron los venenos
que me diste y he bebido,
y volvieron las nostalgias
y palabras sin sentido.
Fue una noche junto al lago,
sin estrellas ni testigos,
un susurro que dejaste
y llegó hasta mis oídos.
Me decías que te ibas,
que partías ahora mismo,
en un viaje sin retorno
en un tren al paraíso.
Me robaste la esperanza
y lloré como un mendigo,
suplicando una limosna
de los labios que he querido.
Y dejaste un tierno beso
con tus labios en los míos,
y una rosa con espinas
en mi pecho dolorido.
Yo te vi como partías
a buscar el infinito,
tras las huellas invisibles
que seguías como un rito.
Y te vi desvanecerte
en silencio por el trigo,
y fundirse el horizonte
en la tarde que te has ido.
"...Me robaste la esperanza
y sentí un escalofrío,
me dijiste, que "hasta luego"
más yo sé que te he perdido..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/07/13
que alumbraba mi destino,
y con ella tantos sueños
se quedaron en suspiros.
Y volvieron a las sombras
sentimientos florecidos,
de una nueva primavera
con las fuentes y los ríos.
Se quedaron sin cascadas
los dibujos de los niños,
y también sus ilusiones
que se fueron con sigilo.
Yo quedé desconsolado
y parado en el camino,
tembloroso y asustado
sin tomar ningún partido.
Me robaste la esperanza,
la ilusión del peregrino,
y con ella tantas cosas
que no sé ni lo que digo.
Me embriagaron los venenos
que me diste y he bebido,
y volvieron las nostalgias
y palabras sin sentido.
Fue una noche junto al lago,
sin estrellas ni testigos,
un susurro que dejaste
y llegó hasta mis oídos.
Me decías que te ibas,
que partías ahora mismo,
en un viaje sin retorno
en un tren al paraíso.
Me robaste la esperanza
y lloré como un mendigo,
suplicando una limosna
de los labios que he querido.
Y dejaste un tierno beso
con tus labios en los míos,
y una rosa con espinas
en mi pecho dolorido.
Yo te vi como partías
a buscar el infinito,
tras las huellas invisibles
que seguías como un rito.
Y te vi desvanecerte
en silencio por el trigo,
y fundirse el horizonte
en la tarde que te has ido.
"...Me robaste la esperanza
y sentí un escalofrío,
me dijiste, que "hasta luego"
más yo sé que te he perdido..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/07/13
que triste cuando te matan la ilusión que NO la esperanza, ella es el Bruce Willis del corazón y amor verdadero, dura de matar !
ResponderEliminarbesitos
Cierto Elisa, es tal y como dices..
Eliminar"Besitos" y lindo día.
Es tragico perder la esperanza.
ResponderEliminarBonitas letras
Saludos.
A veces, ocurre que esa pérdida se convierte en tragedia Siempreefe, como tú apuntas.
EliminarUn abrazo.
La esperanza nunca muere, sólo se aletarga para coger fuerzas y con un nuevo suspiro, una nueva ilusión aparece y reclama lo que es suyo.
ResponderEliminarBonito poema.
Es posible que no muera pero la sensación, en algunos casos, es como si la arrancaran de cuajo de nuestro lado.
EliminarGracias Miguel por tu comentario, un abrazo.
Quisiera llorar amigo!!! porque no solo ese ser que se va se lleva su propia piel, y lo que significa para el que queda, sino que le lleva algo sagrado... la esperanza, esa palabra que puede devolver la vida a un corazón y el brillo de una mirada a todo ser en este planeta. La esperanza... que después de todo lo malo, cualquiera sea su naturaleza, es lo único que nos queda en el alma.
ResponderEliminarPrecioso Rafael!!!
Nada más puedo añadir a lo que has comentado Paty.
EliminarUn abrazo en la tarde querida amiga.
Quizá la esperanza no muera del todo, quizá sólo se evapore un tiempo, pero el vacío que genera suele dejar cicatriz. El tiempo es la mejor mercromina..
ResponderEliminarTriste pero bellísimo poema, Rafael.
Besos
Gracias Mail Ló, pero las cicatrices quedan y van con nosotros.
EliminarBesos en la tarde.
Es triste cuando uno pone tanta esperanza en algo, y se la quitan...
ResponderEliminarUn beso grande.
Cierto Misterio, pero...
EliminarUn beso grande también para ti.
Son robos muy serios, amigo Rafael, e irrecuperables,pero puede surgir otra nueva no lo dudes,y entonces todo será diferente.
ResponderEliminarBesucos cantabruco.
Gracias por esa brisa de esperanza galleguiña.
Eliminar"Besucos" tabién para ti en la noche.
Yo creo que el tiempo lo cura todo uuuffff a vecesme he quedado sin esperanza y me veo desfallecer y.. cuando vuelvo a intentarlo veo un rayo de luz es bálsamo parael alma qué decirte siempre digo uuuffff siempre tocasmi crazón hasta me conmoví en finnnn Bellísima!!,besos desde mi brillo del mar y que descanses amigo
ResponderEliminarGracias Beatriz por tu visita y comentario.
EliminarUn abrazo en la noche.
las personas que llegan hasta nuestro nuestro corazón permanecen siempre en nuestro recuerdo... aunque se vayas muy lejos y maten la esperanza.
ResponderEliminarMe pusiste a reflexionar con tus versos Rafael, son tristes pero tan cerca de la vida misma!
Te dejo un abrazo, bello comienzo de semana!
Gracias por tus palabras y por ver así este poema Cristina.
EliminarUn abrazo y feliz semana también para ti.
uufff tristes letras amigo uufff me acordé de primer amor hoy día tengo dulces recuerdos pero dolió mucho y se va se pierde todo muy bello Poeta, dulces sueños amigo y besos desde mi brillo del mar , con cariño Bea
ResponderEliminarGracias Bea por tu comentario y confesión que me dices. Espero que mis versos no remuevan viejos recuerdos, ya que no es ese su deseo.
EliminarUn abrazo desde el cantábrico.