De pronto llega la lluvia,
la tormenta y el granizo,
y el otoño se convierte
en un tiempo de suspiros
Sopla el viento con denuedo
y nos deja sus aullidos,
con sus ráfagas inquietas
que producen remolinos.
Es por eso que los cuerpos,
ateridos por el frío,
se refugien en las casas,
junto al fuego y con un libro.
Aunque hay otros que caminan
por senderos infinitos,
los que buscan, de la vida,
esos versos y latidos.
Unos versos que ella deja
a través de sus escritos,
en las gentes y en las calles
día a día y con sigilo.
Una bruma seductora
es el manto de los lirios,
ese paño que a los labios
los recubre de rocío.
Sin embargo tantas gotas
no son llantos ni gemidos,
es el tiempo del otoño
que acabó su veranillo.
Por lo tanto no rebusques
ni te sientas aludido,
es el tiempo, simplemente
y un otoño muy preciso.
"...Si acaso siente la lluvia
y bésala con cariño,
como la misma te besa
y acaricia con su mimo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/11/15
la tormenta y el granizo,
y el otoño se convierte
en un tiempo de suspiros
Sopla el viento con denuedo
y nos deja sus aullidos,
con sus ráfagas inquietas
que producen remolinos.
Es por eso que los cuerpos,
ateridos por el frío,
se refugien en las casas,
junto al fuego y con un libro.
Aunque hay otros que caminan
por senderos infinitos,
los que buscan, de la vida,
esos versos y latidos.
Unos versos que ella deja
a través de sus escritos,
en las gentes y en las calles
día a día y con sigilo.
Una bruma seductora
es el manto de los lirios,
ese paño que a los labios
los recubre de rocío.
Sin embargo tantas gotas
no son llantos ni gemidos,
es el tiempo del otoño
que acabó su veranillo.
Por lo tanto no rebusques
ni te sientas aludido,
es el tiempo, simplemente
y un otoño muy preciso.
"...Si acaso siente la lluvia
y bésala con cariño,
como la misma te besa
y acaricia con su mimo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/11/15
benditagua que se derrama y lava las caras del amormoneda en las veredas de los penitentes
ResponderEliminarabrazos
Cierto, Ely.
EliminarAbrazos.
También la lluvia tiene su faz hermosa
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael
Fina
Sin duda que sí, Fina.
EliminarUn abrazo.
El otoño, el invierno son bellos, la lluvia, la nieve, el paisaje... son para mi los colores del amor Rafa, contiene escenas perturbadoras.
ResponderEliminarSi acaso, siente la lluvia
y bésala con cariño,
como la misma te besa,
y acaricia con su mimo...
Preciosísima. Y yo de acuerdo.
Besos.
Gracias por fijarte en esos versos, Daphnelaluna.
EliminarBesos en la tarde.
preciosos versos ...feliz martes ...aun estoy en clase.un abrazo
ResponderEliminarGracias Marina, ya queda poco, por hoy.
EliminarUn abrazo.
La naturaleza nos brinda tantas imágenes bellas que tiene que ver con nuestro mundo interno. Hermoso leerte! besos
ResponderEliminarAsí es, como bien dices, Paty.
EliminarUn abrazo.
Yo la beso,me encantan las tormentas.
ResponderEliminarBesos.
Tienen su encanto, Carmen.
EliminarBesos.
La lluvia tiene su encanto, ya lo creo, y lo dejas bien reflejado en este poema.
ResponderEliminarFeliz noche Rafael.
Un abrazo.
GRacias Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz noche.
Y lo ricas que están la cama y la mantita cuando fuera nieva y hace frío.
ResponderEliminarQué alegría de versos, Rafael.
Es una escena preciosa que muchas veces hemos añorado, Tecla.
EliminarUn abrazo.
La lluvia es inesperada.
ResponderEliminarabrazo Rafael
A veces sí, Mavi.
EliminarUn abrazo.
Es a lluvia de tus versos que mojan esos labios de forma dulce y apasionada sin avisar precioso amigo , un abrazo desde mi brillo dle mar
ResponderEliminarGracias por verlos así, Bea.
EliminarUn abrazo.
Es cierto...la lluvia nos mima, mima este lugar llamado mundo necesitado de ella. Sin embargo, no siempre la valoramos, la dejamos correr por nuestra vida como suceso hermoso y vital.
ResponderEliminarHay que hacerlo.
Otro beso.
Sin duda tienes razón, Marine.
EliminarUn beso y feliz día.