Corre caballo, no temas,
que acabarás la jornada,
tumbadito en un pesebre
y comiéndote la alfalfa.
Serás rocín de novela,
la montura de una dama,
el modelo irreverente
del pincel con que te plasman.
Pero también, tu figura,
será fina y alargada,
se perderá en la leyenda
de los niños con su nana.
Aunque será tu galope
el preludio de la marcha,
sorteando las fronteras
y cruzando las montañas.
Corre caballo, ligero,
acortarás la distancia
de mis ojos a otros ojos
que me acerquen a tu casa.
Deja que escuche la música
de tu grupa y tus pisadas,
esos cascos invisibles
que despejan telarañas.
Por tus crines se desliza
una lluvia que resbala
y recojo con mis labios
y me alivia las entrañas.
En tus ojos me detengo
y les hago filigranas,
con mi lengua, y con mi boca
admirando así tu estampa.
De tu cola nada digo
pues parece una bufanda,
una prenda para el cuello
escapado de las hadas.
"...Corre caballo, ya llegas,
regresarás a mi infancia,
a ese mundo de los sueños
donde el amor nunca acaba..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/08/17
Tan hermoso es el poema que le dedicas como la imagen que lo acompaña.
ResponderEliminarBesos.
Me alegro de que te gusten, Carmen.
EliminarBesos.
Nadie que no seas tú podría escribir algo tan hermoso
ResponderEliminarBeso, Rafael
Gracias por tus palabras Ame.
EliminarBesos.
BUENAS NOCHES ENTRE TUS VERSOS A TU PLUMA ...ABRAZOS
ResponderEliminarGracias por tu comentario Marina.
EliminarUn abrazo.
Preciso poema a ese animal noble , bello y majestuoso , tus letras hacía él son bien merecidas .
ResponderEliminarLinda imagen la que acompaña a bellas letras .
Un saludo .
Gracias por tus palabras Campirela.
EliminarUn saludo y feliz viernes.
Un bello poema para uno de los animales más nobles, hermosos y elegantes de la Creación.
ResponderEliminarGracias por compartir arte.
Besos
Gracias por tu comentario Julia.
EliminarBesos.
¡Como deseamos ver esa magia que se nos perdió en el ayer!, vive aún en el corazón, y aunque duela saber que no regresara las hadas y los elfos nos tramiten todo ese sentimiento de ternura que no hace soñar. Delicia de poema Rafael, gracias por esta maravilla.
ResponderEliminarAbrazo
Gracias por tus palabras, María del Rosario.
EliminarUn abrazo.
Una magnífica metáfora... Ufff.... ese caballo de ensueños!!! Me fascinan y me recuerdan a alguien muy querido que debe estar galopando sobre un caballo blanco de nubes. Una preciosidad amigo, mil connotaciones en un ser tan bello y distinguido. Besos de luz y paz.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Paty, y seguro que esa persona querida seguirá siempre galopando en el "caballo blanco" que citas y en esas nubes de algodón de los cielos.
EliminarUn abrazo.
Muy bello el poema , como bello el nombre animal . Un abrazo Rafael .
ResponderEliminarGracias por tus palabras Edith.
EliminarUn abrazo.