Parece que las horas
avanzan lentamente,
y en ellas se entremezclan
palabras y papeles.
Las unas nos confunden
los otros estremecen
y todos son dictados
de alguna austera frente.
Se quedan olvidadas
las rosas y claveles,
también las margaritas
y el manto con la nieve.
Pero es que tanto tiempo
es corto en intereses,
y largo en recorrido
de vías y de trenes.
Parece que las horas
avanzan y no crecen,
si acaso los relojes
avisan lentamente.
Nos dejan sus latidos
constantes y crueles,
monótonos, si cabe,
que suenan como siempre.
Y entonces se despiertan
las almas de los seres,
cargadas de ilusiones
con fiestas y cohetes.
Comienzan los poemas
en dedos inocentes,
recorren corazones
y ciñen, bien, las sienes.
"...Parece que las horas
son fruto de la fiebre,
y parte del que añora
vivirla intensamente..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/08/17
Hermoso poema a esas horas que a veces son lentas y otras fugaces.
ResponderEliminarEl tiempo es tan subjetivo pero paso a paso avanzamos.
Abrazos.
Cierto Rayén. Gracias por tu visita y comentario.
EliminarUn abrazo.
Hola RAFAEL: Me encanta este poema, cada minuto de vida es un nuevo desafio para esta carrera de todos los días, valorar cada instante y atesorarlo en nuestro corazón. Un abrazo!!!
ResponderEliminarGracias por tus palabras Mercedes.
EliminarUn abrazo.
Las horas en que escribes poemas que sean interminables . Gracias.
ResponderEliminarGracias a ti por tus palabras, Edith.
EliminarUn abrazo.
El paso del tiempo siempre es relativo.
ResponderEliminarBesos.
Pienso igual Pilar.
EliminarBesos.