Miras, sin ver, en la noche
de tu vida y de tu tiempo,
con esos ojos que buscan
sin saber que son de un ciego.
Inútilmente preguntan.
Tus ojos son dos luceros,
apagados, temblorosos,
que se duermen en silencio.
Buscan la luz y el latido
entre la brisa y el viento,
recibiendo las caricias
de los días que se fueron.
Buscan la mano que llegue
hasta tu mano y los dedos,
¡esos que dejan ternura
y un especial cosquilleo!
Miras, sin ver, en la noche,
a la luna y su reflejo,
que se estira por las aguas
con sutileza y esmero.
Porque tus ojos presienten
ese baile y su comienzo,
de la luna y las estrellas
por el lago de los sueños.
Pero la noche se pasa
y tus ojos se perdieron
entre brumas variopintas
y sirenas con mil velos.
Es la vida en su conjunto
de los que ven, sin saberlo,
despreciando la ceguera
del que vive y está cuerdo.
"...Miras, sin ver, en la noche
y aunque soy ciego, te veo,
y te digo que adelante,
para sentir nuestros besos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/07/17
Un poema pleno de ternura y sueños de amor.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias por verlo así, María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Tu que recitas verdades me has puesto triste ...recuerdo algo del Oculista ?
ResponderEliminarabrazos
Nunca olvides la ceguera de Borges y su poesía, Marina. Es un belle ejemplo a seguir.
EliminarUn abrazo.
A veces estamos ciegos, si
ResponderEliminary necesitamos una mano que nos guíe
unos ojos que nos hablen
un corazón que nos abrace
va el mio Rafael
Se agradece ese corazón "lazarillo que dices MaRía.
EliminarUn abrazo y gracias.
La ceguera es un mal de todos.Qué versos hermosos poeta.
ResponderEliminarAbrazo
que bonito escribes
ResponderEliminarCuánta ceguera propia y ajena satura el mundo.
ResponderEliminarAhora, que cuando vemos, v e m o s.
Abrazo, Rafael, otro buen poema tuyo.
Por supuesto que sí Verónica. Vemos con el alma, que es lo importante.
EliminarGracias por tus palabras.
Un abrazo.
Cuando los ojos no pueden o saben ver, siempre nos quedarán las manos...
ResponderEliminarBesos.
Cierto Pilar.
EliminarBesos.