Debíamos saciar nuestros instintos,
buscando en los escombros los claveles,
mirar en el silencio de los campos
las graves consecuencias de la muerte.
La guerra que produce mil desgracias
desgarra corazones que perecen,
mutila de las almas, ilusiones,
y cambia los veranos por la nieve.
Es una sinrazón lo que se vive
y es una oscuridad lo que se siente,
palabras y palabras para necios
y pura propaganda del que vence.
Existe el ganador de la batalla
y el claro perdedor en esta suerte,
apura el vencedor su cobardía
odiando a quién llevó hasta los cipreses.
Debíamos dejar que las pasiones
dejaran claridad en tantas frentes,
logrando que las brumas y calimas
quedaran superadas para siempre.
Pero es el corazón del egoísta,
el hombre y semidiós, decía Nietzsche,
eterno inconformista del destino
a cambio de la guerra y de las gentes.
Vivimos en un bucle de promesas
que emiten los profetas como leyes,
eterna sinrazón de una locura
que lleva a los delirios de la mente.
Y el ciclo no se cierra ni se acaba,
seguimos caminando haciendo eses,
en una borrachera interminable
de voces y de coros por la fiebre.
"...Debíamos dejar que nuestras almas
gritaran con amor qué es lo que quieren,
la paz y la armonía entre los hombres,
sería la respuesta más coherente..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/08/17
Gracias por tu bonito comentario en mi blog ´´ýa ves los romances de amor ,lo mas hermoso de la vida ...
ResponderEliminarTus versos hermosos la gatita tiene sed.
abrazos
Gracias por tu comentario Marina.
EliminarUn abrazo y feliz semana.
Este poema clamor, oración a la vida un deseo del alma, un deseo muy claro, las guerras no va dejando sin la vida, y el planeta sufre las consecuencias como el hombre.
ResponderEliminarAbrazo
Es cierto lo que dices María del Rosario. Gracias por tus palabras.
EliminarUn abrazo.
Cuánta verdad he leído en este poema.
ResponderEliminarLlevamos así desde la Noche de los Tiempos, qué triste. La estrofa final es pura conciencia. Todos de acuerdo, pero cuántos darán el paso...
Abrazos, Rafael.
Como viene sucediendo desde esa "Noche de los Tiempos", que dices, se quedará simplemente en palabras y unos versos, Verónica y nada cambiará, aunque esa sea nuestra intención.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Mucha verdad, que ojalá no existiera. Una cruda verdad que se lleva consigo, la tranquilidad y los sueños de tantas personas y familias. La guerra y los sistemas son, a veces, hechos fatídicos que arruinan generaciones completas, desde lo material a lo emocional. Es el virus más terrible, el del poder y la ambición de riquezas y egocentrismos de algunos. Una realidad estremecedora amigo, y tus versos, sobresalientes!!!
ResponderEliminarUn beso.
Nada que añadir a tus palabras, Paty. Gracias por esa visión tan franca y sincera del tema.
EliminarUn beso querida amiga.
Hermoso el poema, haciendo conciencia y esto demuestra que la poesía no es solo belleza también es alma y sentimiento, gracias por permitiremos entrar a tu espacio.
ResponderEliminarGracias a ti Edith por acercarte a mis letras.
EliminarUn abrazo.
En las guerras todos pierden...
ResponderEliminarBesos.
Por desgracia es así Pilar.
EliminarBesos.