lunes, 24 de diciembre de 2018

NO TE PUEDO OBLIGAR...



No te puedo obligar a que me sigas
ni a pensar en lo mismo que yo pienso,
aunque espere el aroma del incienso
cual caricias que aparten las intrigas.

Es por eso que miro las espigas
del trigal de tu cuerpo tan extenso,
y mis dedos inicien el descenso,
por un valle, intentando ser hormigas.

No quisiera que cambies tu camino
ni tu rumbo se altere en la ribera,
de ese río que lleva a tu destino.

Simplemente te quiero verdadera,
y que seas la dueña de tu sino,
para hacer, de tus sueños, mi escalera.

Rafael Sánchez Ortega ©
07/12/18

2 comentarios:

  1. Precioso soneto. Al final lo que uno recuerda es que ha vivido.

    Un abrazo grande y feliz navidad, Rafael

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    1. Cierto, Albada Dos, es como dices.
      Un abrazo. y Feliz Navidad también para ti.

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