Vuela, sin rumbo
pequeña mariposa
que yo te sigo.
Deja que mire
el rumbo de tus alas
a donde vayan.
Será bonito
saber donde encaminas
todo tu encanto.
Algunos ojos
tendrán esa fortuna
en sus pupilas.
Algunas almas
tendrán esa ternura
que tú regalas.
Y sobre todo
la oruga que en ti llevas
querrá volar.
Subir al cielo,
bailar sobre las olas,
ver a las nubes.
Besar la luna,
al menos en los sueños,
tocar su cara.
Y, como siempre,
dormir en su regazo
y allí soñar.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/03/20
Bellos decirles a esa pequeña mariposa de la poesía.
ResponderEliminarBesos al alma y que tengas un maravilloso día.
Gracias Paula.
EliminarBesos.
La mariposa emigrando, a caricias que conoce,a silencioso que la nutran, a seguir versando la vida en su mirada
ResponderEliminarUn abrazo y feliz tarde
Gracias Albada Dos.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Y es que el alma es mariposa que, sin rumbo fijo, revolotea a ras de esos sentires que nos abrazan y hacen palpitar en plenitud…
ResponderEliminarBello e inspirador, querido amigo.
Abrazo grande, y feliz finde.
La fragilidad de una mariposa, su belleza... todo en ella nos recuerda que estamos en continúo movimiento... transición. Muy bello, amigo Rafael.
ResponderEliminarMil besitos en la tarde.
El ágil vuelo de las mariposas harán que llegue a ese lugar donde por fin detenerse y poder dejar todos sus sueños ..al igual que el enamorada cuando por fin consigue estar con su amada ..bueno yo le he puesto un símil romántico ajja ..Un abrazo Rafael.
ResponderEliminarGracias por tus palabras Campirela.
EliminarUn abrazo.
A través de tus sueños seguirás el camino de la mariposa amada.
ResponderEliminarAbrazo y buen sábado.
Gracias Ceciely.
EliminarUn abrazo y feliz sábado también para ti.
Te subiste a las alas de la mariposa, volaste por su mundo y te regaló este poema.
ResponderEliminarPrecioso, Rafael.
Abrazos.
Algo parecido Verónica.
EliminarUn abrazo.