La primavera
altera los sentidos
y el corazón.
También el miedo
barrunta por las calles
entrando al alma.
Hasta los gatos
contagian ese miedo
con sus maullidos.
Hay cuarentena,
el miedo se desata,
tiemblan los niños.
Ojos que dudan
y miran de reojo
a los vecinos.
Hay cierto pánico,
de un modo subyacente,
en los sentidos.
Algunas gentes
ignoran lo que pasa,
no se dan cuenta.
Los responsables
se quedan en sus casas
por precaución.
Pero la vida
con dudas y con miedos
hoy continúa.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/03/20
Y continuará esa vida con miedos por algún tiempo...
ResponderEliminarBesos al alma. Disfruta del domingo.
Cierto Paula.
EliminarBesos.
El miedo siempre ha existido y ahora más que nunca.
ResponderEliminarBesitos Rafael.
Así es Ani.
EliminarUn abrazo.
El miedo llegó para quedarse, hagamos que no se pongo muy cómodo...
ResponderEliminarUn abrazo.
Intentemos romper su seriedad, Laura.
EliminarUn abrazo.
Hay que tener responsabilidad y respeto a algo que no sabemos que es ..pero miedo nunca sino se entera y nos lo pone peor ..
ResponderEliminarAbrazos en la noche ..
Pues eso, Campirela, que no se entere nunca.
EliminarUn abrazo y feliz semana.
Claro que continúa,pero con cierto recelo por parte de todos.Aunque hay algún inconsciente que no toma las medidas precisas y no es cosa de eyes,es sentido común y bien común
ResponderEliminarBesucos con mascarillas y guantes
Gó
Ah, esa Prima Vera tan impredecible.
ResponderEliminarY este año más aún, Alexander.
EliminarCon todas las incertidumbres para los humanos, la primavera late en cada animal y planta
ResponderEliminarPor la primavera, siempre. Un abrazo
Sin duda que si, Albada Dos.
EliminarUn abrazo.
La primavera ha vuelto con sus vestidos de bellos colores, cuidemos de ella para que no nos abandone.
ResponderEliminarUn abrazo Rafael.
Gracias Carmen.
EliminarUn abrazo.