Día 4
El sol se presenta tímido,
como si también estuviera recluido
y le costara asomarse a la vida.
La radio suena en la cocina
y va dando noticias y reportajes
acerca de la información actual.
Todo gira en torno a la epidemia.
Pronósticos, sucesos, voces desgarradas,
esperanzas...
Hay mucho miedo alrededor.
Se ve en las miradas que dudan
y no saben donde posar las pupilas.
En las voces que hablan nerviosas.
En personas que escuchan sin saber lo que oyen,
ya que intentan alegrar sus oídos
con frases que no llegan.
Y todo esto lo vemos y escuchamos
a través de los medios, la radio,
la televisión, internet...
Aquí, tras las letras que van surgiendo,
estoy yo, pequeño ser,
en medio de la inmensidad y del espacio,
tratando de ser un espectador de todo lo que pasa.
**********
Es el cuarto día y todo sigue igual,
aparentemente.
Los libros apilados y leídos,
algunos pendientes y otros olvidados.
Bolígrafos inmóviles,
esperando unos dedos que les den vida.
...Pero yo quiero salir.
Quiero romper estas cadenas impuestas
de un encierro involuntario.
¡Quiero volar!
Pienso en las gaviotas
y corro tras ellas en la playa,
pero me ganan y se escapan.
Pienso en los gorriones del parque
pero son inalcanzables.
Pienso en el humo de las chimeneas
y quiero escurrirme con él por el cielo.
Pienso en el río que baja y que corre
y quisiera fundirme con sus aguas revoltosas.
Pienso en el mar que cubre el horizonte con su manto
y me gustaría dormir entre sus olas.
Al final, simplemente, sueño.
Dejo volar la imaginación y la fantasía.
Vuelo con mis pensamientos
y voy con las gaviotas de paseo,
me mezclo con los gorriones
y hasta susurro algunas rimas,
subo con el humo de la chimenea
y pienso en una cocina enorme
que ha dejado abierta la casa,
marcho con el río y busco los meandros
para hacer unas piruetas perezosas,
y voy con el mar y las mareas,
en esa procesión interminable,
a dormir en las arenas de la playa.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/03/20
Me encanta tu lenguaje sencillo y asequible, pero melodioso.
ResponderEliminarGracias por verlo así, Ángels.
EliminarUn abrazo y feliz día.
A todos nos sucede lo mismo Rafael, estamos presos, ya perdí la cuenta de cuantos días van...67 , 68, no sé. Solo que la mayoría no sabemos expresarlos con la poesía con que vos lo haces.
ResponderEliminarUn abrazo.
mariarosa
Aquí van ya 75 días María Rosa, pero es posible que la cuenta no sea la correcta. Andamos todos parecidos.
EliminarUn abrazo.
Este confinamiento nos ha servido para leer libros aparcados, pero el miedo que ha generado a las salidas, no sé si la final no nos cobrará peaje.
ResponderEliminarun abrazo y feliz tarde, Rafael
Es cierto lo que dices, Albada Dos.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Tiempos de sueños y anhelos… De esos altos vuelos que ansían sentir(se) bajo el libre abrazo de un cielo limpio y puro...
ResponderEliminarHermoso y sentido, querido amigo.
Abrazo grande, y feliz tarde.
Tiempos de sueños y añoranzas en una espera "desesperante", (muchas veces), Ginebra.
EliminarUn abrazo.
A veces uno se desespera y otras se enttretiene con su mundo interior. Lo cierto es que esta maravillosa primavera se nos escapa y echo de menos mis paseos por el campo.
ResponderEliminarUn saludo
Es verdad, Buscador, se escapa la primavera ya estamos a menos de un mes para el verano.
EliminarUn saludo.
Un diario muy bien elegido, donde se echa de menos esa libertad del individuo lo que más se añora ..y tanta información que no es buena pq nos dejan peor la cabeza ..menos mal que la imaginación esta para soslayar ..Una buena entrada ..y mucho más si buscamos dentro de nosotros mismos ..Un abrazo .
ResponderEliminarGracias por tus palabras Campirela.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Rafael,ya podemos salir a dar un paseo por la playa.Lo hacemos con miedo,con incertidumbre,con ganas de volver a casa enseguida.
ResponderEliminarMAscarilla y distancia que no se puede guardar,libros que se quedaron a medias,y pensamientos de "fuga"
Esa incertidumbre,esa simulada libertad,nos ha hecho caer los ánimos,estar pendientes de algo nuevo y maligno,por si no teníamos poco..
Pero tenemos que respirar profundo(lo digo por mí también)Si no lo hacemos nos quedaremos en ese remolino que no nos volverá a la playa
Besucos cariñoso
Gó
Es cierto Gó, la playa nos espera y nos invita a que vayamos a pisar su arena dorada.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana. "besucos"
Yo ya no cuento los días, para qué, si esto va a seguir... estoy desencantada, todos estamos tocados.
ResponderEliminarBuen diario, donde se añora esa libertad tan necesaria.
Besos Rafael
Todos estamos parecidos, Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz finde.
Es cierto lo que dice Carmen... "todos estamos tocados".
ResponderEliminarYo había salido por necesidad y por obligación, pero no había salido así porque sí... hasta ayer. Supongo que las siguientes veces iré acostumbrándome... pero ayer volví triste a casa. El calor, la mascarilla... ver que en la calle nada es igual. Que "las medidas" según vas paseando, las vas viendo más confusas en todo lo que ves. Porque nada está claro. Porque si lo uno es peligroso... no te explicas que lo otro no lo sea.
Sí... volví triste porque casi nada está en nuestra mano. Que Dios o la suerte nos acompañe.
Echo de menos la naturalidad y la espontaneidad que hemos perdido.
Me identifico con lo que dices, Galilea, y creo que así estamos muchos. Es posible que la "poesía" influya, no lo sé.
EliminarUn abrazo y ánimo.
Me gustó leerte en este formato, diario de un poeta.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Laura.
EliminarBesos.