Un hombre pensaba debajo del cielo.
El viento bailaba de un modo invisible.
El hombre miraba, sin ver, a la brisa.
El sol apuraba los rayos del día.
El hombre buscaba el calor que se marcha.
El mar navegaba a dormir en la playa.
El hombre añoraba a las olas sin nombre.
El puerto, sin naves, buscaba el silencio.
El hombre, sin remos, también navegaba.
El faro, en la costa, anunciaba la barra.
(El hombre, seguía pensando...)
(Pensaba en el hombre,
en el niño, en su amada...)
Un niño lejano acudiendo a la escuela,
su amada, una chica, delgada y morena.
El niño que mira, que inicia una charla,
La chica sonríe y acepta la oferta.
Así dan comienzo los sueños aquellos
con versos de niños trazando un poema.
Dos niños que charlan, que observan y miran
la vida que pasa y que lleva un cometa.
El niño, ya hombre y la niña, mujer, se encuentran un día,
y así, sin palabras, obtienen respuestas.
Se aman, se quieren y vuelan sin alas,
por un mundo nuevo plagado de estrellas.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/03/20
Bello este poema en honor de ese niño hombre y niña mujer, dispuestos a volar sin alas.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz semana Rafael.
Todos, con ese niño, o niña, que llevamos dentro, esperando encontrar ante el mar, quien nos dé la mano para viajar juntos.
ResponderEliminarBonito, con ritmo. Un abrazo y feliz tarde.
Gracias por tus palabras Albada Dos.
EliminarUn abrazo en la tarde.
¡Qué bonita historia! Al final la vida les unió y volaron sin alas. :)
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias por tu visita y comentario, Quijo.
EliminarUn abrazo.
Así es la vida. muy bello.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Amowhor.
EliminarUn abrazo.
Preciosa historia que en algún momento nos ha llevado a volar sin alas.
ResponderEliminarFeliz semana Rafael.
Es bonito volar sin alas, Ani.
EliminarUn abrazo y feliz semana.
¿El primer amor? 😉 Un abrazo
ResponderEliminarSe puede decir así, Laura.
EliminarBesos.
Un cuento para revivirlo mil y una vez ..amor de de niñez que se refleja en la madurez ..precioso y además que romántico ..un abrazo Rafael.
ResponderEliminarCierto Campirela.
EliminarUn abrazo.
Una linda historia de amor.
ResponderEliminarBesos al alma Rafael.
Gracias Paula.
EliminarBesos.
Precioso Rafael.Así me gustan a mí las historias,con el final feliz que todos deseamos
ResponderEliminarPorque de malos finales..la vida está llena
Besucos poeta
Gó
Gracias Gó.
EliminarUn abrazo y "besucos"
La mar te ha traído bellos recuerdos...Y es que la vida viene a nosotros cada día despertando su chispa y su esperanza, Rafael. Muy bello, amigo.
ResponderEliminarMi abrazo de flores manchegas.
Me alegro de que te guste, María Jesús.
EliminarUn abrazo.