El tiempo pasa
y yo, paso en el tiempo,
sin darme cuenta.
Pasó el otoño
igual que otros veranos
y primaveras.
Y ahora, el silencio,
me deja, solitario
y en soledad.
Así es la vida,
me dicen los amigos,
y hay que aceptarla.
Pero, en el alma,
renacen los rescoldos
de viejos tiempos.
Surgen imágenes
con tiernos corazones
y caras de ángel.
Y hasta rincones
con magia y colorido,
vuelven a mi.
Son de ese tiempo,
fragmentos de un poema
inacabado.
Y allí te veo,
y me veo en ese tiempo
con gran nostalgia.
Hoy yo quisiera
parar al tiempo, raudo,
que me desborda.
Pero no puedo.
El tiempo va conmigo
y yo con él.
En este viaje,
la vida es ese tiempo
que vives y se va.
Rafael Sánchez Ortega ©
02/07/25
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