Un día gris
hoy llega y nos saluda
con la garúa.
Es lluvia fina,
un beso de las nubes,
desde los cielos.
Besos constantes,
cargados de ternura
para las almas.
Y se despiertan,
de nuevo los suspiros
con ilusiones.
No importa el día,
tampoco la garúa,
hay que vivir.
La vida sigue
y hay sangre por las venas
para libar.
Son los latidos
que el cielo, con la lluvia,
hoy nos encarga.
Y es este día,
preludio de otros días
y de esperanza.
Tengamos fe
y abramos nuestros ojos
a la esperanza.
Porque la lluvia,
en forma de garúa,
nos manda besos.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/07/25
Siempre habrá días grises, nosotros somos quienes tenemos que cambiarles el color.
ResponderEliminarSAludos.
Que esa lluvia limpie tristezas y abra un abanico de colores como el arco iris. Un abrazo , Rafael.
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