lunes, 14 de julio de 2025

6.263 - SENTÍ UNA ESPINA...



Sentí una espina

herirme en el costado

y el corazón.


Sangró mi pecho

y yo contuve el llanto

que me ahogaba.


Tomé la rosa,

causante de la herida

con gran cuidado.


Y la besaron,

mis labios temblorosos

y doloridos.


Pensé que el tiempo,

la herida sanaría 

cicatrizando.


Y quedaría

su huella, cual tatuaje

de un viejo amor.


Pero los ciclos

de amor, en esta vida,

pasan muy rápido.


Son como un tren

que ve las estaciones

y las rebasa.


No tiene tiempo,

tampoco se detiene,

va con su carga.


Rafael Sánchez Ortega ©

10/07/25

 

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