Busco el camino,
la senda que hace años
yo recorrí.
Sé que es difícil,
quizás es imposible,
esta misión.
El tiempo pasa,
la vida continúa,
no se detiene.
En los senderos,
las huellas se han borrado
y ya no existen.
Solo me quedan
las voces y los sueños
en mil recuerdos.
Fueron momentos
y días muy brillantes
de juventud.
El alma amaba,
y el cuerpo precisaba
de ese candor.
Eran los años,
pasiones desbordantes
con muchos sueños.
Se amontonaban,
nacientes mariposas
con su ternura.
Y por los campos
surgían margaritas
a ver al sol.
¡Cuántos suspiros
en ojos muy cerrados,
de un soñador!
Por eso ahora,
de nuevo, en el otoño,
busco el camino.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/07/25
Un poema donde dejas bien reflejado un pasado feliz , repleto de lindos recuerdos. Ellos seguirán en tu mente y los saborearás cada vez que pienses en ellos. La vida continua y en ella siempre encontramos fragmentos que nos hacen felices. Un abrazo, Rafael.
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
Momentos brillantes, precioso. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Inma.
EliminarUn abrazo.
El camino del amor puede cambiar de colores, de paisajes, de velocidad, de rostros, de sentido... pero siempre será el camino del amor, esa búsqueda incansable por sentirnos felices, o lo más cercano de lo que llamamos plenitud. Hermosos y sensibles sentimientos amigo, un abrazo grande.
ResponderEliminarP A T Y
Gracias Paty.
EliminarUn abrazo.