Ya suenan las campanas de las doce
y llaman a la iglesia y a la misa,
el acto que celebran los creyentes
con rezos, oraciones y sonrisas.
Para otros son las doce campanadas
que indican que ha llegado el mediodía,
es la hora de secarse los sudores
buscando en la taberna la sombrilla.
Hay niños que caminan rezagados
y llegan con retraso a la homilía,
hay jóvenes que fuman indolentes
al pie de la bolera muy tranquila.
La fiesta es un extraño componente
de imágenes plasmadas con arcilla,
momentos dibujados por las manos
del sabio creador y del artista.
Un día, en el comienzo de la nada,
los labios de los dioses con su brisa,
crearon estas sombras y estas luces
formando el universo de la vida.
El hombre se formula mil preguntas,
ninguna le parece la concisa,
preguntas y respuestas sin sentido
que nacen de su alma peregrina.
Quizás en los umbrales de la infancia
se encuentre la más clara maravilla,
el mundo de los sueños y colores
que gozan esos niños cada día.
El mundo del eterno interrogante,
y el alba con su forma tan sencilla,
el niño que despierta en la mañana
la infancia de la eterna fantasía.
Seamos como niños, en los sueños,
y nunca renunciemos a la risa,
el lazo de bramante de la infancia
con globos de color y algarabía.
Dejemos que resuenen las campanas
y vayan los creyentes a la cita,
dejemos que otros hombres ya descansen
y busquen en la sombra su caricia.
"...Ya suenan las campanas de las doce,
el día que ha nacido se marchita,
la tarde ya comienza en este instante,
y avanza hacia la noche muy deprisa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/08/12
Hermoso poema,Rafael. La fe, las interrogantes del ser humano, y las cosas simples de la vida, mezcladas y unidas perfectamente en tus versos.
ResponderEliminarAbrazo grande!
Y felicidades.
Cierto Maritza, tal y como dices, todo unido en esos versos.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
A las doce los creyentes van a misa, otros van al bar, y los niños rien y juegan. Que cada uno haga lo que dicte su corazon y que las campanas suenen cada dia. Me ha gustado mucho rafael. Besos
ResponderEliminarQue las campanas sigan sonando Alicia, eso es lo importante.
ResponderEliminarBesos en la tarde.
Verónica C. ha dejado un nuevo comentario en su entrada "YA SUENAN LAS CAMPANAS DE LAS DOCE...":
ResponderEliminarLas interpretaciones son personales, queda claro en este poema.
Rafael, por mal que se ponga todo, es verdad, jamás renunciamos a la risa.
Y qué poder tiene...
Besos
No sé por qué razón me ha eliminado, (o la torpeza de mi mano), tu comentario Verónica C. He copiado literalmente el mismo y lo he subido tal y como lo recibí. Perdona por este fallo y mi gratitud por el mismo.
ResponderEliminarBesos en la tarde.
Dejemos ser a los sueños, Rafael.
ResponderEliminarAbrazos.
la vida sigue adelante para todos, sean cuales sean sus ideas; con respeto es mucho más fácil, a pesar de que la noche avanza inexorablemente...
ResponderEliminarUn abrazo grandote.
Cada quien a la suyo sin renunciar a la vida.
ResponderEliminarMuy hermoso poema.
También me gusta el fondo de tu blog, es tan natural, sin excesos de luz, con un perfecto verde, quizá sea la lluvia que amenaza con acariciarlo.
Saludos desde Venezuela.
Mariana
Sí, Alicia, mejor dejar ser a los sueños, como tú dices.
ResponderEliminarUn abrazo en la tarde.
Cuanto más avanza el día menos tiempo queda para la llegada de la noche Laura, y eso lo sabemos. Pero a pesar de todo la vida sigue sin pedirnos permiso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por tu visita y comentario TrovayMas, pasaré a visitar tu Blog.
ResponderEliminarUn saludo desde España.
Es el albedrío de darle cada quien el sentido a su vida. Las campanadas marcas distintos caminos, cada cual sigue el que quiere, pero a todos les marca el final y el comienzo de algo.
ResponderEliminarBuen trabajo Rafael.
Un abrazo
Hola, Rafael:
ResponderEliminarGratamente sorprendido de encontrar tu poesía, que es muy buena, lírica y agradable.
Un abrazo.
Cierto Osvaldo, es tal y como bien dices. Las campanadas pueden significar una ú otra cosa, según cada cual, aunque en este caso, solamente traté de llevarlas al poema y que cada cual las interprete como bien guste.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Gracias Rafael por tu visita y comentario.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los últimos cuatro versos resumen a la perfección la cortedad de la vida, ¿para qué malgastarla, entonces, en acentuar las diferencias...? Vivamos con la alegría y la risa, con la imaginación y los sueños, con el respeto y con tu poesía, Rafael.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Así es Mafalda, vivamos pues con la alegría y la risa, con la imaginación y los sueños, como bien dices, porque así estaremos viviendo más intensamente la vida en brazos de la poesía.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Así es, Rafael, la vida sigue sin pedir permiso para hacer um impas, por eso es tam importante aprovechar cada momento que de bueno nos ofrece.
ResponderEliminarUn abrazo desde BarcelonA
FINA
No está mi comentario :(
ResponderEliminarTe decía que cada uno tiene sus horas y sus interpretaciones.
Y que la risa es poderosa, hasta en lo más oscuro te hace vibrar.
Algo así, Rafael.
A mi blogger me borra comentarios a veces.
Besos
La vida continúa a pesar de nosotros y de lo que nos rodea Fina, por eso tienes razón de que hay que aprovechar cada momento y desgustar los buenos ratos que seguro llegan y existen.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Ay Verónica...! Te decía ayer, en un comentario que colgué, que se me había perdido, pero que lo había podido recuperar y lo colgué con mi perfil entre los primeros. Te pido mil disculpas por ello y mi torpeza. No sé si sería cosa de Bloger ó de mis dedos. De todas formas gracias de nuevo por repasar y decírmelo.
ResponderEliminarUn abrazo.