HORIZONTES DE AZULES Y ESPERANZAS...

Horizontes de azules y esperanzas

como el mar que estimula los sentidos,

así son los instantes de la vida

en que vamos tejiendo los castillos.

Atrás quedan los miedos y las dudas

con recuerdos de heridas y enemigos,

y también las manzanas y oropeles

que ofrecían preciados paraísos.

Y se quedan minutos congelados

entre el polvo y salitre del camino,

bajo el sol que calienta y los derrite

para ser una mota sin peligro.

Y adelante se ofrece el horizonte,

ese azul tan intenso y tan marino,

con matices y rayos de esperanzas

y la luz primorosa de los niños.

Esos niños que a todos nos despiertan

con sonrisas, con sueños y con guiños,

y nos llevan a rastras de la mano

a buscar los colores prometidos.

Son los niños que todos ocultamos

y llevamos cosido con un hilo,

a la estrella que rompe el horizonte

y deslumbra en la noche con su brillo.

Me pregunto si somos inconscientes

y no vemos la mano del destino,

el mensaje que dejan las gaviotas

y el susurro velado de los lirios.

Es posible que estemos agotados

confundiendo promesas con suspiros,

y también la caricia y la utopía

que cambió las sonrisas por gemidos.

Pero son tan eternas nuestras almas

que hasta el cielo parece muy altivo,

más allá de la nube y la esperanza,

más acá del amor y el infinito.

Y así van desgranando el horizonte

las miradas, en busca del hechizo,

ese cáliz de embrujo y de esperanzas

que emborrache los pechos ya marchitos.

"...Horizontes de azules y esperanzas

que en el mar encontráis el cobertizo,

yo quisiera tomaros con mis dedos

y sentiros vibrar en mis latidos..."

Rafael Sánchez Ortega ©

06/08/12