Quizás debí quedarme entre las sombras
buscando las respuestas del silencio,
ignoro hasta el motivo de mis pasos
marchando y navegando a ningún puerto.
buscando las respuestas del silencio,
ignoro hasta el motivo de mis pasos
marchando y navegando a ningún puerto.
Regalos con extrañas fantasías
quedaron con el polvo de los suelos,
mezclados en el lodo y en el barro
con ratos que querían ser eternos.
quedaron con el polvo de los suelos,
mezclados en el lodo y en el barro
con ratos que querían ser eternos.
Ignoro la sentencia de los dioses,
los jueces del Olimpo y de los cielos,
sin miedo va hacia ellos mi plegaria
pidiendo me perdonen por ser necio.
los jueces del Olimpo y de los cielos,
sin miedo va hacia ellos mi plegaria
pidiendo me perdonen por ser necio.
Quizás debí morirme de vergüenza
sintiendo las resacas del recuerdo,
las duras marejadas que llegaban
marcadas por la ausencia de tus besos.
sintiendo las resacas del recuerdo,
las duras marejadas que llegaban
marcadas por la ausencia de tus besos.
Es fácil confesarse de pecados
sembrados en desvanes entreabiertos,
allí donde se juntan las palomas
los días del verano y del invierno.
sembrados en desvanes entreabiertos,
allí donde se juntan las palomas
los días del verano y del invierno.
Hollines y excrementos se entrecruzan
y forman ese cuadro tan cruento,
la eterna soledad de las paredes
que rompen las palomas con su vuelo.
y forman ese cuadro tan cruento,
la eterna soledad de las paredes
que rompen las palomas con su vuelo.
Quizás debí sentir esa resaca,
la amarga borrachera y el veneno,
la copa de cicuta de tus manos
que vino hasta la mía con tus versos.
la amarga borrachera y el veneno,
la copa de cicuta de tus manos
que vino hasta la mía con tus versos.
Más yo te la acepté, y soy consciente,
el trago que bebí no tiene precio,
fue un rato de pasión y de delirio,
con fiebre muy ardiente en el deseo.
el trago que bebí no tiene precio,
fue un rato de pasión y de delirio,
con fiebre muy ardiente en el deseo.
Quedaron reducidas a cenizas
las llamas provocadas por el fuego,
las bellas mariposas de colores
y el viaje por el mundo de los sueños.
las llamas provocadas por el fuego,
las bellas mariposas de colores
y el viaje por el mundo de los sueños.
"...Quizás debí quedarme entre las sombras
obviando las preguntas de mi pecho,
la eterna margarita deshojada
en busca de respuesta por mis dedos..."
obviando las preguntas de mi pecho,
la eterna margarita deshojada
en busca de respuesta por mis dedos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
15/08/12
15/08/12
pues opino que cuando se ha bebido con gusto y disfrutado con pasión
ResponderEliminarno se valen los arrepentimientos
abrazo y feliz miércoles , acá es feriado
Las sombras acompañan nuestra vida.
ResponderEliminarQuedarse eternamente en ellas es tan ilusorio como querer vivir siempre en la luz.
Pero es verdad que en las sobras se aprende mucho y acabas viendo que no es un mal lugar donde quedarse si se sabe salir a la luz y se sabe que es el lugar idóneo para un poema de reflexión como este.
Esas resacas... qué bien las conozco.
Besos
¡Ay Elisa!, si verdaderamente se ha bebido y disfrutado de esa manera quizás no hagan falta los arrepentimientos, porque se asume la segunda parte, en esa posible "resaca". Pero ¿y si todo fuera un sueño?, ¿una metáfora?, ¿algo intangible?...
ResponderEliminarUn abrazo y feliz miércoles también para ti. Aquí igualmente es día de fiesta.
Luces y sombras nos acompañan siempre en nuestra vida, Verónica C. Es algo inherente al ser humano. Debemos saber convivir en ambos estados y tanto de la luz como de las sombras se puede aprender y mucho. Sin embargo hay sombras que producen esas "resacas" que citas al final y esas son las que verdaderamente hacen daño. Quizás a esas se refieren mis versos, a las que tú y tantos compañeros habéis y habemos tenido como compañeras de viaje en algún momento.
ResponderEliminarBesos para ti en la tarde.
Me gusta muchisimo Rafael.
ResponderEliminarGracias Pepa.
ResponderEliminarUn abrazo desde el norte.
Espléndida manera de decir cosas grandes en palabras sencillas.
ResponderEliminarMe gusta tu poesía.
un saludo.
Gracias por tu visita y comentario Mavi.
ResponderEliminarUn saludo en la tarde.
Nunca hay que quedarse entre las sombras, hay que salir a la luz del día y de la esperanza, para vivir.
ResponderEliminarBESITOS.
Vivir entre las sombras para qué? si es tan bonito embriagarse con la luz del alba, y sentir aquel vértigo que nos hace volar las nubes todo el tiempo.
ResponderEliminarNo hay resaca que no valga la pena, y más aun si nos hace sentir emociones nuevas.
Besos de mariposa, Rafael!
Qizá esas respuetas lleguen cuando menos te lo esperes.Abrazos Rafael.
ResponderEliminarAsí debería ser Ana, pero a veces es difícil y a todos nos ha pasado en alguna ocasión, ¿verdad?
ResponderEliminarBesitos para ti.
Tanto la luz como la sombras tienen su parte bonita y misteriosa. Es cierto que son como la cara y cruz, pero todo en esta vida está sujeto a estas leyes. De todas formas, la metáfora en este poema sobre las sombras, quizás va más en esa parte que todos, en algún momento, hemos podido vivir ó escuchar a las personas cercanas.
ResponderEliminarBesos en la tarde Diana.
Las respuestas Alicia llegan, como tú bien dices, cuando menos lo esperamos ó... ¡tal vez nunca!
ResponderEliminarUn abrazo en la tarde.
Dicen que somos lo que comemos, pero en
ResponderEliminaralgunas personas se puede decir que somos
lo que escribimos y cuando se hace con
el corazón se nota.
felicidades.
La Luz y la sombra Rafa esas dos las conosco muy bien ...
ResponderEliminarRegalos con extrañas fantasías quedaron con el polvo de los suelos, mezclados en el lodo y en el barro con ratos que querían ser eternos.
Un abrazo por la tarde Rafa
Gracias por tu visita y comentario Paco Kali.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Patricia por ver en esos versos el transfondo de muchas vidas que seguramente han llegado hasta nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
La vida mitad luz mitad sombra, y nosotros de aquí para allá deseando encontrar ese lugar donde intermitente nos haga vivir el amor más allá de los sueños.
ResponderEliminarUn saludo, preciosos versos.
Pd: Gracias por el comentario en mi blog, dejé un pequeño testimonio del por qué de mis palabras. :)
Estamos hechos de luces y sombras, no podemos esconder lo que somos.
ResponderEliminarUn beso.
Cierto Oréadas, es tal y como dices y eso he intentado transmitir en mi poema.
ResponderEliminarGracias por tu visita y comentario y si acaso decirte que sí, leí tu comentario y me reafirmo en lo que te dejé escrito. Por cierto, "yo tampoco soy poeta".
Un abrazo en la noche.
"Luces y sombras" María, ¡qué gran verdad!, como la cara y cruz de una moneda, pero trasladado a la vida, esas situaciones de optimismo y pesimismo, de sonrisas y lágrimas y así un largo etcétera, ¿no crees?.
ResponderEliminarUn beso en la noche.