Pequeña mariposa
que vuelas y que pasas,
dejando en el ambiente
la esencia de tus alas,
pareces una musa
que vienes con la magia,
el verso y el latido,
nos dejas y te marchas,
y vuelas por las calles
buscando las ventanas,
te subes a balcones
y bajas a las plazas,
encuentras los jardines,
las rosas perfumadas,
y allí, junto a las flores
un rato te descansas...
Alegre mariposa
ya veo que te marchas,
emprendes el camino
del bosque de las hadas,
seguro que en la orilla
el río gime y baja,
por simas y barrancos
que surgen de la nada,
un ciervo se aproxima
y bebe de las aguas,
y tú, mi mariposa
te posas en su espalda,
tus alas le acarician,
le hablan sin palabras,
le dices que en el bosque
se encuentra su camada...
"...Mi linda mariposas,
¡qué bella es esta estampa,
posada sobre un ciervo
tu sombra en él se alarga!...
Rafael Sánchez Ortega ©
10/04/18
Un poema precioso, hermoso como cada mariposa que lo inspiró, saludos Rafael.
ResponderEliminarGracias Maricel, me alegro de que te guste.
EliminarUn saludo.
Es como una primavera versada sólo para ella... para su magia.
ResponderEliminarMil besitos en la noche, amigo Rafael.
Cierto Auroratris, así es.
EliminarUn abrazo y feliz noche.
Un bonito poema lleno de alegría y esperanza ..esas lindas mariposas revoloteando alrededor del campo posándose en cualquier lugar embellece el paisaje con sus bellos colores ..pena es que su vida es corta pero en andar nos dan toda su belleza.
ResponderEliminarUn lindo feliz de semana ..abrazo.
Son algo muy hermoso y tierno, Campirela, sin duda.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Me encanta, me encanta. Es muy poderosa la simbologia de la mariposa. Transformación...
ResponderEliminarAbrazos grandes.
Gracias por ver esa simbología, Natalia.
EliminarUn abrazo.
Muy dulce amigo pura magia puro cuentos de hadas precioso un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias por tus palabras Bea.
EliminarUn abrazo.
Este poema llena de imágenes al lector.
ResponderEliminarYo fui con esa mariposa en su recorrido hasta quedar fundida con ella y el ciervo en la sombra.
Bellísimo.
Abrazo, Rafael.
Gracias por fijarte en esos detalles del poema Verónica.
EliminarUn abrazo.