Sigues conmigo
a pesar de tu marcha
para otras tierras.
Quedaste cerca
unidas nuestras almas
con los recuerdos.
Porque aquel tiempo,
vivido intensamente
sigue latente.
Se paró el sol,
las nubes no lloraron
y te abrazaron.
Entre la bruma
quedaron las canciones
y las resacas.
Salitre y muera
de playas y de algas
hoy renovadas.
Y mientras tanto
le digo a las gaviotas
cómo es tu nombre.
Le deletreo,
te veo entre sus letras.
Cierro los ojos.
Entonces, oigo
tu voz, inconfundible,
que me responde.
Rafael Sánchez Ortega ©
29/12/20
Todos tenemos el recuerdo de una persona en su voz, en su figura, en los recuerdos y por eso llenamos el alma de tantos detalles que, un día, con el paso del tiempo, y al rebuscar en ese baúl, solemos encontrarnos, y rescatar, toda aquella ternura que, allí habíamos guardado, y que para nada estaba olvidada y sigue latiendo en nuestros corazones.
Que bonito Rafael! Por supuesto que hay seres que se quedan para siempre con nosotros y son inspiradores de pensamientos y letras como estas tan hermosas que nos dejas.
ResponderEliminarQue tengas un bello sabado!
Cierto Eli Méndez, así es.
EliminarUn abrazo y gracias.
A lo largo de la vida nos acompañan muchas personas unas no dejan huella otras siempre están aunque se encuentren a km de nosotros. Ellas nos inspiran y a veces hasta con ella hacemos que la letras jueguen y formen poesía. Un feliz sábado.
ResponderEliminarGracias Campirela, comparto tus palabras.
EliminarUn abrazo y feliz finde.
me encanta cuando dices rebuscamos para atrapar aquella ternura casi olvidada, dulces haikus entrañables, un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarVoces... aromas... música...
ResponderEliminarTodo queda ahí atrapado para ser recordado.
Que belleza Rafael, que hermosos versos llenos de ternura y sentimiento, como solo tu sabes sentirlo y plasmarlo. Un abrazo. Espero y deseo que estes muy bien al igual que tu familia.
ResponderEliminarHay personas que quedan para siempre.
ResponderEliminarAbrazo, Rafael.