Cierra la puerta
y deja que las sombras
vengan al lecho.
Llega la noche,
la luz ya se retira,
sale la luna.
Y más arriba,
titilan las estrellas
y nos saludan.
Pero esta noche
no quieres los saludos
ni las caricias.
La luna llora,
con lágrimas amargas
y gruesa lluvia.
Y te entristece
sentir que su regazo
está mojado.
Hoy tú quisieras
poner una sonrisa
entre sus labios.
"¡No llores luna,
tú, que eres buena amiga,
te necesito!"
"Te quiero fuerte,
muy alegre y sonriente,
dándome ánimos."
"Pero descansa,
respeto tu silencio
y tu dolor"
"Tendremos noches
de fiesta y fantasía,
ya lo verás"
"Y mientras tanto,
descansan entre las nubes
que yo te velo."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/04/23
Eres un buen guardián de sueños. Besos.
ResponderEliminarGracias Laura.
EliminarBesos.