En la mañana
el viento se despierta
junto a la orilla.
Es una brisa
que llega de tus labios
hasta los míos.
Dulce resaca
con sones marineros
inconfundibles.
Sobre sus olas
hay unas mariposas
que las sortean.
Un bello baile
de grato colorido,
así se muestra.
Brillan los ojos,
se alegran las pupilas
y hay mil suspiros.
Y es que una mano
invisible, te ofrece
tanto espectáculo.
La vida grita
y nace en esta estampa
para nosotros.
Cierra los ojos,
actor afortunado.
Sueña despierto.
Porque el regalo
del día y de la vida
no tiene precio.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/06/23
Muy buenos dias, asi es la vida es un regalo y como tal debemos apreciar. Que las mariposas nunca dejen de volar y de posarse en tu mente.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Cierto Campirela, así es.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Un regalo, sí. Y qué poco lo solemos apreciar.
ResponderEliminarAbrazo, Rafael.
Tienes razón, Verónica.
EliminarAbrazo.
Muy buen poema, la vida es un regalo y a los regalos hay que cuidadrlos. Cariños Rafael.
ResponderEliminarCierto María Rosa, así es.
EliminarUn abrazo.
Por eso soy agradecida, porque cada dia descubro la vida, reluciente y llena de promesas, una vida parecida a la que dibujas. Un abrazo
ResponderEliminarEso es lo importante Ester.
EliminarUn abrazo.
Celebrar con cada amanecer el estar vivo, qué mejor propósito diario
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael
Así es Maripau.
EliminarUn abrazo y feliz finde.