La luna llena
mostraba su sonrisa
sobre las aguas.
Aquella noche
estaba la laguna
muy soñolienta.
A sus orillas
llegaron unos ciervos
a beber agua.
¡Bella figura
al ojo del poeta
se le ofrecía!
La luna en alto,
lo tiernos cervatillos
y la laguna.
Quizás, pensaba,
la paz es el presente
y está a mi lado.
En esta escena,
en medio de la noche
y en el silencio.
A todo esto
se oían las cigarras
cantando lejos.
Era un adagio,
un aria y un arpegio,
todo muy junto.
Rumor del cielo,
de música sin nombre
que invita a sueños.
Soñar contigo,
princesa de mi alma,
¡soñar viviendo!
Rafael Sánchez Ortega ©
07/11/23
El momento de beber agua, al luz de la luna, qué bellamente referido.
ResponderEliminarPor la luna, artífice de instantes inolvidables. Un abrazo, Rafael
Gracias Maripau, por esa luna.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Que bonito soñar viviendo bajo la luz de la luna. Bellos versos Rafael. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarUn abrazo.
Seguiremos soñando mientras contemplamos la luna. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
El poema transmite paz. La luna, las cigarras, la laguna, los ciervos...
ResponderEliminarY siempre, el mundo del recuerdo y los sueños.
Abrazo, Rafael.
Gracias por fijarte en esos detalles y por todos tus comentarios Verónica.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Qué bonito escribes... 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
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