Todo es silencio.
La calle está vacía
en la mañana.
Coches parados,
aceras en penumbra
y algo de niebla.
Entre las casas,
se ven en sus tejados,
morir las sombras.
Y es que despiertan
los rayos y caricias
del nuevo día.
Reluce el sol,
la noche ya se marcha
y se oyen voces.
Vibran las calles
con coches que se mueven
y hombres que pasan.
En un instante
la vida cobra forma
y movimiento.
Empieza el día,
la cuenta atrás comienza
y tú la vives.
Así es la vida
y así es la poesía
de tu presente.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/11/23
Ese momento mágico entre noche y amanecer es esa puerta que abrimos los tempraneros, con la intención, yo al menos, de descubrir qué me regalará. Vivir, seguir vivos, es el regalo más preciado, es tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael, por un bonito domingo, aquí sin niebla
Gracias Maripau, aquí el domingo tranquilo, de otoño también.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Vida y poesía.
ResponderEliminarPoesía y vida.
Entre niebla o sol, el poeta solo vive poesía.
Abrazo, Rafael.
Gracias por tus comentarios a mis poemas Verónica, eres muy generosa.
EliminarUn abrazo y feliz domingo.
Creo que unos de los mayores silencios es al alba , cuando comienza ese segundo de amanecer , se mezcla el silencio y a vida de las gentes. Muy bien este poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
El contraste entre la quietud inicial y la actividad que sigue se refleja en la imagen de las sombras que mueren en los tejados mientras el sol reluce. El poema resalta cómo la vida cobra forma y movimiento en un instante, con calles que vibran, coches que se mueven y personas que pasan.
ResponderEliminarMi abrazo poeta!
Gracias por tus palabras Rosana.
EliminarUn abrazo.
Qué bien reflejas ese paso del tiempo, de las horas que nos dejan la llegada del día, Rafael...Hay que vivir cada momento, porque es regalo y milagro de vida, poeta.
ResponderEliminarMi abrazo siempre, compañero.
Así vives tu poesía cada mañana, cada noche, hermoso, amigo un abrazo desde mi brillo del mar
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