Entre la niebla
se observa la figura
del viejo faro.
Silente torre
que se alza primorosa
en la atalaya.
Fanal de mares
con luces avisantes
y vigilantes.
¡Cuántos paseos
hicimos, en las tardes,
hasta su lado!
Bajo su sombra
buscábamos la brisa
y descansábamos.
Allí miraban
al mar, nuestras pupilas,
mientras soñábamos.
Tras el descanso
bajábamos al puerto
por un sendero.
Y coincidían
chalupas y traineras
con nuestros pasos.
Ellas dormían,
ajenas a nosotros
y a nuestros versos.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/11/23
Entre la niebla, ese faro, de juventud aprovechada, cómo toma protagonismo.
ResponderEliminarMuy bello poema otoñal. Un abrazo, Rafael
Niebla había esta mañana, pero le faltaba tu poema. Un abrazo
ResponderEliminarUff, por aquí pero no en la capital, hay mucha niebla. Hermosos versos en honor a la niebla.
ResponderEliminarLa niebla parece que nos acompaña en este martes. Pero con letras poéticas hasta se la ve bonita. Un abrazo.
ResponderEliminarRecuerdos y paisajes que van de la memoria al corazón y viceversa... haciéndose poema... haciéndose sentimiento indeleble...
ResponderEliminarAbrazo
Gracias Maripau, Ester, Carmen, Campirela e Impersonem, por vuestros comentarios.
ResponderEliminarUn abrazo a todos y feliz día.
Niebla hermosa entre tus versos ❤👏🏼
ResponderEliminarNiebla, faros. Ni te imaginas lo que me gustan.
ResponderEliminarPrecioso poema, Rafael.
Me llevaste allí.
Abrazo.