Te he visto, mariposa,
pasaste por mi lado,
hacía muchos días
que andaba solitario.
Al verte, mis ojitos,
de pronto se alegraron
vestían de amarillo
tus alas y tu paso.
Dejabas la ternura
que a mi me ha cautivado
y hacías mil piruetas
en baile simulado.
No sé por qué motivo
soñé que iba a tu lado,
subido, entre tus alas
de plata, y suspirando.
Los niños siempre sueñan,
los hombres son más blandos,
quizás dejan en versos
los sueños añorados.
Por eso, mariposa,
soporta mi descaro
y llévame contigo
en vuelo por los campos.
Subamos a la iglesia,
también al campanario
y deja que susurre
tu nombre entre mis labios.
Hagamos de los días
el sueño del verano,
aquel que en nuestra infancia
quisimos y soñamos.
Yo sueño, mariposa,
contigo y tu regazo,
sintiendo tus latidos
llamar en mi costado.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/02/24
Soñar elevándose en las alas de una dulce y bella mariposa, es un sueño muy reconfortante amigo, un mágico sueño que trae al presente lo mejor de todos los sueños, la imaginación, la esperanza y el amor.
ResponderEliminarTe mando un abrazo alado, que pases un bello día amigo.
Paty
Gracias por tus letras y ese abrazo alado, Paty.
EliminarOtro abrazo para ti desde España.
¡Oh, qué bonito poema!
ResponderEliminarNunca dejes de ser niño, tengas la edad que tengas. Sigue soñando con perseguir mariposas.
Un abrazo.
Gracias Julia, seguiremos intentándolo.
EliminarUn abrazo.
Qué tiernas y bellas son las mariposas, así como estos versos. Que pena que vayan desapareciendo, cada vez se ven menos, pero cuando las ves, se te alegra el alma. Feliz finde Rafael. Un abrazo
ResponderEliminarSí, Carmen, es verdad.
EliminarUn abrazo y feliz finde.
Rafael, esa mariposa te va dejando un arco iris de inspiración que tu vas recogiendo. Ello te estimula y te eleva sobre la realidad en un sueño poético, que todos disfrutamos, amigo...Muy bello.
ResponderEliminarMi abrazo y felices días de febrero.
Es cierto María Jesús y además las veo todos los días.
EliminarUn abrazo y gracias. Feliz finde.
Lindísimo poema, con esa musa alada y amarilla, pidiendo que nos lleve entre sus alas.
ResponderEliminarPor esas musas que nos elevan, nos alegran la vida, nos regresan el tiempo ido. Un fuerte abrazo, Rafael.
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.