No dejes que desgranen las resacas
el canto, con la triste melodía,
de océanos que vienen cada día,
con restos de naufragios y carracas.
Cansado de escuchar tantas maracas,
de, incluso, soportar esa agonía,
que deja con su grave letanía,
la impronta de marismas y cloacas.
La música, sin nombre, del pasado,
que entonan las corales de las fraguas
en forma de recuerdos y latidos.
Yo quiero reposar en tu costado,
sintiendo las caricias de las aguas
cerrando bien, mis ojos ya dormidos.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/02/24
Squisitamente bella e serena
ResponderEliminarUn carissimo saluto
Gracias Giorgio.
EliminarSaludos.
Bello soneto Rafael.
ResponderEliminarAbrazo.
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Ese descanso de los ojos en la persona amada, o las cosas que nos hacen sentir bien. Los dejaremos dormidos, pero vivos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es Campirela.
EliminarUn abrazo.
Excelente soneto Rafael. La mirada del enamorado/a, nos ensalza a la pasión. Feliz finde. Un abrazo Rafael.
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz finde.
Precioso soneto, entre aguas que nos dejen la memoria intacta.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, y feliz día, Rafael.
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
Buscar la bella melodía, sí, que de tanta marea con naufragios vamos sobrados.
ResponderEliminarAbrazo, Rafael.