Es media tarde,
me invade la tristeza,
no sé qué hacer.
Si miro afuera
y busco en la distancia
no veo nada.
El sol me ciega,
deslumbra mis pupilas,
también mi alma.
Puertas adentro,
estancias solitarias
y soledad.
Cuartos vacíos,
suspiros en el aire
y algo de polvo.
Hay un susurro
del viento con la brisa
que ya se acercan.
Pero sus voces
aumentan mi tristeza
con su alegría.
Están de fiesta
ajenos a mi pena,
tampoco importa.
Pienso en la tarde,
tan bella y adorable
de aquel verano.
Porque el silencio
que había en nuestros labios
dejó un mensaje.
Y es el que ahora
de nuevo se encadena
a mis recuerdos.
Aquella tarde,
confuso y temeroso,
dije "te quiero".
Tú contestaste,
con voz alambicada,
"también te quiero".
Y hoy, otra tarde
con nieve por mis sienes
no sé qué quiero.
Quizás la mano,
el faro de tu puerto,
rozar tu pelo.
Quiero quererte,
princesa de mis sueños
y mis poemas.
No me abandones,
preciso tu mirada
para vivir.
Por eso lucho,
combato la tristeza
con la esperanza.
"...Es media tarde,
llegaron tus palabras
y soy feliz..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/06/17
Qué bello Rafael, tienes en quien pensar para inspirarte, mientras cae la tarde en tu jardín de versos.
ResponderEliminarAbrazo
En la poesía siempre hay ese "alguien" para pensar, María del Rosario.
EliminarUn abrazo.
Que lleguen siempre sus palabras , para que nazcan amorosos versos poeta. Saludos
ResponderEliminarGracias sinceras Edith.
EliminarUn saludo en la noche.
Te deseo un día tranquilo ,el amor es hermoso pero a la vez muy triste .lo sé
ResponderEliminarun abrazo
Gracias por tus palabras Marina.
EliminarUn abrazo y feliz semana.