He vuelto a mirar la luna
en esta tarde que acaba,
y yo recibí sus besos
con un rayito de plata.
Luna de niños y hombres
que por el cielo descansas,
deja en mi pecho el suspiro
mientras tu sueño reparas.
Dicen las viejas leyendas
que fue, sin duda, un pirata,
el que robó de los cielos
esa lunita tan blanca.
Y la llevó en su goleta
por mar y tierras extrañas,
a conseguir los botines
con el cañón y la espada.
Pero la luna, tan tierna,
con todo esto lloraba,
ya que la sangre y el robo
la hacían muy desgraciada.
Cuentan que a una sirena
llegó un delfín en la playa,
y le explicó que la luna
era bandera y esclava.
Entonces pidió a los cielos
una galerna sin falta,
con unos vientos furiosos
para librar la batalla.
Plegó el pirata las velas
para librar la borrasca
y la lunita de un salto
pudo volver de la nada.
"...He vuelto a mirar la luna
y cómo no, a susurrarla:
luna lunita del cielo,
toma mi mano y mi alma..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/07/17
La luna, siempre tan presente en nuestras vidas.
ResponderEliminarHermosos versos.
Besos.
Sí, Pilar, la luna con su encanto.
EliminarBesos.
he suspirado siempre volvemos a la luna es lamagia que ella tiene precioso mi querido amigo un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarCierto Bea, la luna tiene esa magia que dices.
EliminarUn abrazo.
La luna es siempre fuente inspiradora, es que tiene misterio, magia... es verso.
ResponderEliminarUn beso grande.
Tienes toda la razón, Luján.
EliminarUn beso y feliz domingo.
Ay la luna testigo de tantas cosas.
ResponderEliminarBesos en la noche.
Cierto María, testigo de muchos secretos.
EliminarBesos y feliz domingo.
Precioso pleno de fantasía y dulzura. Gracias Rafael por compartir tu poesía
ResponderEliminarGracias a ti, Edith, por acercarte a leer mis versos.
EliminarUn abrazo.