Una colina
con una cruz en ella.
El cielo azul.
Un bello cuadro
que atrapa al senderista
cuando lo ve.
Llegan cansados
los cuerpos y las almas
del montañero.
Allí descansan,
reponen bien sus fuerzas,
para volver.
Después de un rato,
los cuerpos reforzados
están dispuestos.
Hay que bajar,
de nuevo, de las cumbres
hasta la aldea.
Vuelven a casa
los cuerpos muy cansados
con almas sanas.
Llevan caricias
repletas de ternura
de las alturas.
Y entregarán,
la gracia conseguida
a sus amigos.
Rafael Sánchez Ortega ©
16/10/20
Es quizás el recuerdo y la nostalgia de tantos días subiendo, con esfuerzo, hasta llegar a esa cumbre y alcanzando esa cruz, ese "hito" o esa referencia que marca que has tocado el "techo" de ese lugar solitario y encantador de la montaña.
Allí es donde enmudecen las palabras y se alegra la vista con todo el panorama de alrededor, mientras la piel se estremece ante la caricia lujuriosa de la brisa... Recuerdos de llegar y tumbarse para ver la inmensidad del cielo y sentirle más cerca y tú, volar, entre las nubes, con unos sueños infantiles y sin nombre...
Un recorrido de altura.
ResponderEliminarFeliz tarde de viernes.
Un abrazo.
El aire, la vista y la cercanía con el cielo hace que nuestra alma se limpie y baje renovada. Hermosos versos para hermosos recuerdos amigo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Paty
Gracias por tus palabras, Paty.
EliminarUn abrazo.
Lo has descrito perfecto, la sensación que se tiene cuando se llega a la cumbre es ideal el observar todo a tu alrededor y casi poder tocar el cielo con las yemas de los dedos .Me has hecho recordar tiempos atrás donde subir una montaña era más que una aventura. Gracias Rafael, feliz tarde.
ResponderEliminarNo sabes cuánto añoro esos ratos, Campirela, aunque estén inmortalizados en el recuerdo...
EliminarUn abrazo y gracias por tus palabras.
Allí donde la inmensidad nos atrapa y nos regala toda esa energía con la que descender, y emprender la marcha… Vivencias que atesorar y con las que alimentarse, hasta la nueva subida...
ResponderEliminarPrecioso y significativo, querido amigo.
Un placer leerte…
Abrazo grande, y muy feliz finde.
Gracias por tu comentario, Ginebra.
EliminarUn abrazo en la noche.
Muy buenas reflexiones en un lugar privilegiado.
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael
Gracias Albada Dos.
EliminarUn abrazo.