Duermen las brasas,
se cubren de cenizas,
y se amodorran.
Yo las recuerdo,
las vivo, en este instante.
Las hago mías.
Aquellas tardes,
tranquilas del invierno,
en el refugio.
Días de nieve,
de vientos y de frío,
con mojaduras.
Junto a la lumbre
templábamos las manos
igual que el alma.
Había paz,
silencio y gran ternura,
para nosotros.
Minutos mágicos
con música del viento
y la invernada.
Nadie quería
romper aquella magia
que nos cubría.
¡Bendito fuego!,
tus llamas y tus besos
hoy los añoro.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/11/20
Recuerdos de brasas y de hogueras en algún refugio donde tuve la suerte de descansar y reponer fuerzas. Momentos únicos y que han quedado grabados en la retina como algo maravilloso e irrepetible que no quisiera que nunca desaparecieran.
Y es que esa paz y ese equilibrio entre el cuerpo y el alma no lo he conseguido alcanzar más que en estos lugares en los que fui inmensamente feliz y a los que quisiera, en algún momento, poder volver, si Dios me lo permite.
Que hermoso recuerdo nos compartes Rafael. Es un lugar mágico que nadie, sin duda alguna, podría olvidar. Dios te permita algún día volver a disfrutar del calor de esa hoguera y en la mejor compañía. ¡Un abrazo grande!
ResponderEliminarGracias Lady Blue. Será difícil, aunque nada es imposible.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Que bonito lo que escribes, quiera Dios que logres volver y encontrar esa paz que te da felicidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias María Rosa. Me parece que va a ser un poco complicado, pero...
EliminarUn abrazo en la tarde.
Seguro que podrás volver a disfrutar de ese tiempo de paz y equilibrio. Muy lindo esos recuerdos. Un fuerte abrazo Rafael.
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
Ante una chimenea, qué bonito y dulce es amar.
ResponderEliminarUn abrazo
Cierto, Albada Dos.
EliminarUn abrazo.
Poder regresar y quedarse en aquellos lugares donde fuimos felices, Rafael.
ResponderEliminarOjalá.
Abrazos.
Sería maravilloso Verónica, pero...
EliminarAbrazos.
Hola amigo, los momentos no se pueden repetir, cada momento es único pero tenemos infinitas posibilidades de crear otros similares.
ResponderEliminarUn beso y abrazo.
Paty
Pienso como tú, Paty.
EliminarUn beso y feliz día.
Hace años, bajaba a un cortijo de un amigo. Estaba en medio del campo pero cerca de mi pueblo. Por los inviernos me quedaba hasta tarde sentados en la chimenea. Las brasas y la lumbre, crean un efecto hipnótico donde le das vueltas a la cabeza y no te cansas de mirar a la llama.
ResponderEliminarUn saludo
Sí, Buscador, es como dices.
EliminarUn saludo.
Han quedado solo en tu retina sino en tu alma a través de estos dulces haikus precioso amigo un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias Bea.
EliminarUn abrazo.