Aquella lluvia
mojaba tus cabellos,
sin darte cuenta.
Yo te miraba,
absorto y pensativo
y te besaba.
Me sonreíste,
recuerdo, con ternura,
y suspiraste.
Luego vivimos
un sueño muy hermoso
en aquel bosque.
Robles y hayedos
nos daban compañía
como en el cuento.
Y caminamos
con elfos y con gnomos
a la cabaña.
Con nuestras manos
sellamos la promesa
de estar unidos.
Y continuamos,
llevando aquel otoño,
bajo la lluvia.
Nos besa el agua
los cuerpos, y las almas
también se besan.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/11/20
Ese momento de la infancia y juventud que todos, alguna vez, hemos soñado y nos hemos dejado llevar por la fantasía y la imaginación. Y, sí, ya sé que es algo infantil, pero...
Esos momentos de juventud y la infancia son inolvidables.
ResponderEliminarEn tus versos se refleja esa bella nostalgia.
He estado fuera, pero ya estoy en casa.
Feliz semana. Un abrazo
Gracias Carmenn, espero que tengas y pases una feliz semana.
EliminarUn abrazo.
ajajjaj, no tan infantil, que incluso ahora en nuestra edad quien no daria por mojarse bajo la lluvia con esa misma intensidad de sentir ese primer amor.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz resto de lunes.
Gracias Campirela.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Toda una experiencia otoñal bajo aquel hermoso bosque, dejando que la lluvia moje los sentimientos. Ese niño grande sigue cuidando al poeta y lo logra, Rafael.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz semana, amigo.
Gracias María Jesús.
EliminarUn abrazo y feliz semana.
Recuerdos de bosques bajo la lluvia, muy bonito, la verdad.
ResponderEliminarUn abrazo
Inolvidables, Albada Dos.
EliminarUn abrazo y gracias.