Necesito llorar,
cuántas mas lágrimas pueda,
para lavar los rincones
de mi alma envejecida.
Debo exprimir la tristeza
y dejar los ojos secos,
para que puedan mirar
mis pupilas tras la niebla.
Y es que la vida es resaca
de galerna y temporales,
ocurridos hace tiempo,
que regresan cada día
y me piden recompensa.
Necesito abrir las ventanas
para que entre la luz
y de calor a mi vida,
saneando humedades
y hasta el polvo acumulado.
Y es que necesito tus brazos,
y tus besos,
rescatarlos del recuerdo
para que sean mi vida
y ese sueño que persigo
se convierta en realidad
y sacie, al fin, mis suspiros...
Necesito y te necesito
y tú lo sabes.
Rafael Sánchez Ortega ©
22/04/24
Muy buenos días, total inspiración Rafael.
ResponderEliminarUn poema profundo y lleno de emociones.
Te dejo un fuerte abrazo.
Es bueno sanear los rincones del alma y llenarse de aire limpio, Rafael...La vida empieza cada día y hay que valorar y festejar...Admirable tu entrega y expresividad.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y mi ánimo, poeta.
No queda más que esperar a que ese alma que esperas se adentre en la noche y lleve la luz a tu vida.
ResponderEliminarPrecioso poema, Rafael. Un abrazo fuerte.
Muy bueno 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
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