Los remos, con su impulso,
ya avanzan la trainera,
en medio de las aguas
que sube la marea.
Dos manos en los remos
conforman la faena,
del hombre y el marino
que busca así la pesca.
Saldrá para las playas
llamadas de Bederna,
y en ellas hará un alto
con brisa mañanera.
Luego, sus aparejos,
intentarán la presa,
la pesca tan preciada
que supla la miseria.
El pan y la comida
fiada en unas tiendas,
pedida por dos niños
que pierden hoy la escuela.
Recuerdo esos instantes,
los tengo en mi cabeza,
puñales en el alma
con años de tristeza.
Por suerte ya han pasado
quedando aquí las huellas,
del remo y la ciaboga
y el hombre por su pesca.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/04/24
Buen remo nos compartes hoy. Sigamos remando por este oceano que nos ha tocado.
ResponderEliminarFeliz jueves Rafael. Un abrazo
Gracias Carmen.
EliminarUn abrazo.
Muy triste esa infancia robada, pero el marinero, pescando como puede, lucha contra el mar para dar de comer a los suyos, a puro golpe de rabia, a puro golpe de remo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Rafael.
Gracias por tus palabras y comentarios, Maripau.
EliminarUn abrazo.
Buen recuerdo convertido en poesía, como siempre eres impecable.
ResponderEliminarAbrazo.
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Recuerdos en un hermoso cantar, la belleza quieta y recogida de ver el tiempo pasar. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Inma.
EliminarUn abrazo.
Feliz noche.
ResponderEliminarUn bello poema.
Gracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
Un lujo leerte... Me encantó. 👏🏼👏🏼👏🏼
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