Había muchas hojas por el suelo,
preludio de un verano que se acaba
llegando el nuevo otoño, sin aldaba,
con hojas y colores desde el cielo.
Marchaban golondrinas, con su vuelo,
a tierras que sus alas reclamaba,
vestigios de recuerdos que acercaba
la eterna fantasía del abuelo.
La bruma del invierno se veía,
llegar por las laderas y montañas
dejando la blancura de la nieve.
El tierno corazón no sonreía,
lloraba y se mojaban sus pestañas,
por culpa de un amor, marchito y breve.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/08/24
El verano se está alejando de tu tierra y por aquí a pesar del frío, ya se ven las flores de fresias perfumando el aire.
ResponderEliminarBonito poema Rafael.
Buen fin de semana.
Gracias María Rosa y es cierto que ya estamos, aquí, en el ecuador del verano.
EliminarAbrazo y feliz finde.
Lleno de una bella tristeza... es tu hermoso soneto amigo. La naturaleza se teje con los sentimientos y todo adquiere una dimensión distinta, emocional y profunda. Te mando un abrazo y te deseo un feliz final de semana amigo.
ResponderEliminarP A T Y
Gracias por tus palabras Paty.
EliminarUn abrazo.
Amores de verano arden y se van
ResponderEliminarBuena jornada 👍
Gracias Ely, feliz domingo.
EliminarSaludos.