¡Cuánto te recuerdo
y añoro tu estampa,
con verdes colinas
y senda escarpada,
que fuiste reclamo
pasión y templanza,
de días y noches,
mi bella montaña!
Vete de mi lado,
no me pidas nada,
apura el recuerdo
que hacia ti me ata,
y asume el momento
que mi cuerpo pasa,
siendo irreversible
volver a tu escarcha...
Ha pasado el tiempo
y la edad avanza,
las fuerzas se pierden,
queda la nostalgia,
aunque tú me llames
y me ofrezcas agua
de la nieve fresca
que forma fontanas...
Porque nacen ríos
de la nieve blanca,
con suspiros tuyo
que con besos guardas,
y me ofrezcas rimas
sin decir palabras
con la brisa fresca
que me llene el alma...
¡Cuánto te recuerdo
mi dura montaña!,
con tu agreste cima
y corona plana,
donde me acogiste
y sentí tu calma
penetrar mis venas
y calmar mis ansias...
...Pero vas conmigo
y en mi andar tú andas,
por el verde otoño
y su senda amarga,
buscando en la vida
a la "dulce" Parca,
que asoma, a lo lejos
con su oscura manta...
Huyo de presagios,
vuelvo a la montaña,
quiero este presente
donde tú te hallas,
para estar contigo
y escuchar la nana
que me acerque y tome
la luz que se apaga...
Rafael Sánchez Ortega ©
27/08/24
Los lugares son recuerdos maravillosos, porque no solo son eso, paisajes bellos, son historias que hemos vivido en ellos y personas que nos han hecho el camino más llevadero a lo largo de nuestro camino en la vida. Un besote, feliz jueves.
ResponderEliminarEs como dices, Campirela.
EliminarUn abrazo.
Bello y melancolico poema Rafael.
ResponderEliminarHay recuerdos que nos alimentan
Un abrazo.
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Me siento mecida por las palabras, gracias. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Inma.
EliminarUn abrazo.
Esa montaña amada, siempre en tu corazón, si ella pudiera decirte que también te añora...sería bonito.
ResponderEliminarUn abrazo enorme, Rafael.
Sería un sueño, Maripau...
EliminarUn abrazo y gracias.
Preciosos versos e sublimes inspirações!...
ResponderEliminarUm abraço, Poeta amigo.
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Gracias Mayo.
EliminarUn abrazo.