Con mis "dolores"
camino por el mundo
día tras día.
Eres quejica,
me dicen los amigos
y mi familia.
Pero quisiera
que ellos no pasaran
estos tormentos.
Pues las molestias
son fuertes y profundas,
como puñales.
Sufre la mente
por culpa de que el cuerpo
está dolido.
Vienen los miedos,
la angustia se acrecienta
y entras en bucle.
Se vuelve negra,
la luz de tus pupilas,
te pesa el alma.
Quieres vivir,
apartas a la muerte
que se te acerca.
Al final rezas,
y miras a los cielos
pidiendo fuerzas.
Dame tu amor,
Dios mío, en este instante,
te necesito.
Rafael Sánchez Ortega ©
04/10/25
No hay comentarios:
Publicar un comentario