Un día más
tus ojos me recuerdan
que hay esperanza.
Y que la vida
renace en la mañana
y se renueva.
Por eso, dices,
descarga la morriña
que brille el cielo.
Que las langostas
y tiernas margaritas
vibren de nuevo.
Y que los niños
admiren este mundo
siempre sin miedo.
Llega el otoño
con lazos y colores
muy soñoliento.
Y nos embriaga,
nos llena de dulzura
con luz y versos.
Un día más,
recuerdo tus pupilas,
tu amor y besos.
Por eso sigo,
y te amo, en el camino,
desde el silencio.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/10/25
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