Algunas veces
miramos a los cielos
buscando estrellas.
Pero lo hacemos
en pleno medio día
y no las vemos.
Ellas están,
seguro, tras las nubes,
y dormitando.
Algunas veces
hablamos con las olas
y las sirenas.
Dulces momentos
y edades de la infancia
que recordamos.
En ese instante
vivimos de utopías
y de los cuentos.
Algunas veces
las almas se estremecen
al ver a Dios.
Está muy cerca,
te sigue y acompaña.
Está contigo.
Y tú le escuchas,
te habla sin palabras,
te da su Amor.
Rafael Sánchez Ortega ©
27/10/25

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