En el jardín
brindaban las magnolias
su colorido.
También las rosas
y algunos tulipanes,
nos sonreían.
Mundo de magia,
lugar de encantamiento
para soñar.
Ese rincón,
hoy viene a mi memoria
como recuerdo.
Y vuelven ratos,
sentado en algún banco,
en plena tarde.
Unas palomas
llegaban a su lado
a buscar pan.
Eran las migas
de manos del anciano
quien se las daba.
Preciosa imagen
de flores y palomas
con el anciano.
Y aquel jardín,
ficticio, de mis sueños,
hoy vuelve aquí.
Hasta estos versos
de letras ya cansadas,
en un susurro.
Rafael Sánchez Ortega ©
16/10/25
No hay comentarios:
Publicar un comentario