Intentaré buscar en los desvanes
el polvo recogido en el camino,
los frutos y semillas de la tierra
guardados en armarios escondidos.
Quizás allí se encuentren muchos sueños,
vividos hace años, siendo niño,
igual que las inquietas mariposas,
colgadas de los globos, con sus hilos.
Y puede que descubra a las sirenas,
ocultas sus canciones en los discos,
con ellas el rumor de caracolas
las algas y las olas del estío.
Es fácil que aparezcan los juguetes,
cubiertos con hollines, renegridos,
los libros de lectura de la infancia,
el tren de vía estrecha y el triciclo.
No sé si estos retales del pasado
están en los desvanes de mi piso,
quizás el trazo amargo de la mente
me deje en la locura y desvarío.
Los sueños que se tienen y se viven
conducen a impacientes pasadizos,
a cruces del pasado y el presente,
que forman intrincados laberintos.
La vida es ese cáliz que bebemos,
el néctar que apuramos como vino,
la flor que nos alegra la mirada,
el beso que nos dan y recibimos.
Por eso buscaría en los desvanes
a ver si así me quedo más tranquilo,
las cartas de la eterna primavera,
la pluma con los rasgos de mi escrito.
...Intento que el pasado no encadene,
ni apriete mi conciencia con sigilo,
quisiera que ese tiempo se quedara
durmiendo para siempre con el trigo.
El trigo de la tierra de mis campos,
mezclado con sudores en el limo,
la eterna fantasía del presente
que llegue hasta mi lado con su grito.
"...Intentaré buscar en los desvanes
la plata del tesoro retenido,
el oro de ese tiempo ya pasado,
el dulce escalofrío que he perdido..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/08/10
el polvo recogido en el camino,
los frutos y semillas de la tierra
guardados en armarios escondidos.
Quizás allí se encuentren muchos sueños,
vividos hace años, siendo niño,
igual que las inquietas mariposas,
colgadas de los globos, con sus hilos.
Y puede que descubra a las sirenas,
ocultas sus canciones en los discos,
con ellas el rumor de caracolas
las algas y las olas del estío.
Es fácil que aparezcan los juguetes,
cubiertos con hollines, renegridos,
los libros de lectura de la infancia,
el tren de vía estrecha y el triciclo.
No sé si estos retales del pasado
están en los desvanes de mi piso,
quizás el trazo amargo de la mente
me deje en la locura y desvarío.
Los sueños que se tienen y se viven
conducen a impacientes pasadizos,
a cruces del pasado y el presente,
que forman intrincados laberintos.
La vida es ese cáliz que bebemos,
el néctar que apuramos como vino,
la flor que nos alegra la mirada,
el beso que nos dan y recibimos.
Por eso buscaría en los desvanes
a ver si así me quedo más tranquilo,
las cartas de la eterna primavera,
la pluma con los rasgos de mi escrito.
...Intento que el pasado no encadene,
ni apriete mi conciencia con sigilo,
quisiera que ese tiempo se quedara
durmiendo para siempre con el trigo.
El trigo de la tierra de mis campos,
mezclado con sudores en el limo,
la eterna fantasía del presente
que llegue hasta mi lado con su grito.
"...Intentaré buscar en los desvanes
la plata del tesoro retenido,
el oro de ese tiempo ya pasado,
el dulce escalofrío que he perdido..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/08/10
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