viernes, 13 de mayo de 2011

A VECES NOS NEGAMOS LO EVIDENTE...


A veces nos negamos lo evidente,
decimos de lo blanco que es el negro,
que vuelan mariposas por los mares
que surcan los navíos los alberos.

Decimos que no estamos muy cansados
y vamos ya vencidos por el sueño,
decimos que no importa si me insultas
y ruedan nuestras lágrimas al suelo.

La vida es una eterna paradoja,
que pasa y que vivimos al momento,
a veces nos obligan a mentirnos
y otras nos mentimos sin quererlo.

Yo nunca negaré a quien he amado
y sí resistiré seguir queriendo,
amar al corazón y amar de frente
es algo que me acerca hasta mis sueños.

Como hombre racional sé muchas cosas
y otras las entiendo y las comprendo,
entiendo que el amor es de dos partes
que se aman y comparten sentimientos.

Comprendo, sin embargo, al ser romántico,
que ama lo imposible, sin saberlo,
comprendo al corazón que va gritando
y vive la utopía de lo eterno.

Pero esta realidad, tan evidente,
la quiebran los poetas con sus versos,
en ellos van buscando la esperanza
que llegue hasta unos labios con un beso.

No importa que la bruma sea densa,
ni importa la evidencia de los ciegos,
un tierno corazón grita ese nombre
que el mismo le es devuelto por el eco.

Pero es la soledad, su compañía,
la eterna compañera de su duelo,
con ella se terminan las promesas
y empiezan realidades sin complejos.

"...A veces nos negamos lo evidente
tratando de escapar a nuestro infierno,
creamos unos mundos de colores,
nosotros, perdedores, sin remedio..."

Rafael Sánchez Ortega ©
12/05/11

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