(Gracias Arancha, por las margaritas que inspiraron estos versos)
Cuando un niño te regale
unas flores siempre bellas,
agradece su detalle
por el acto de la entrega.
Fueron simples margaritas,
temblorosas y tan tiernas,
apretadas en un puño
y donadas sin reserva.
"Dáselas a la abuelita,
a la madre que te espera,
que yo quiero que se sane
y camine por la huerta"
Y los labios infantiles
me cedieron con presteza,
el cariño y la palabra
con su mundo de inocencia.
Porque tienen los resortes
y conservan la certeza,
de ese mundo de los sueños
en que viven y en que juegan.
Son los niños que nos hablan
que se enfadan y protestan;
no olvidamos que nos miran
y que escuchan sus orejas.
Son los ojos inocentes,
infantiles y sin huellas,
que carecen de legañas
y de lágrimas traviesas.
Porque el niño, cuando llora,
busca siempre a las estrellas,
tras la lluvia de sus ojos
hay un rayo que no cesa.
Hay un faro ceniciento,
un cuaderno que allí lleva,
una brújula sin norte
y un atisbo de leyenda.
Y los niños son sencillos
y sinceros cuando piensan,
a pesar de tantos sueños
que les rondan la cabeza.
Hoy han sido margaritas
y mañana las traineras,
las que empujen a su mano
a la tuya que ya tiembla.
Es cuestión de sentimientos
y de risas muy traviesas,
de volverse como niños
y soñar lo que ellos sueñan.
"...Cuando un niño te regale
la mirada siempre tierna,
no rechaces su pupila
ni la flor que va con ella..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/03/13
Cuando un niño te regale
unas flores siempre bellas,
agradece su detalle
por el acto de la entrega.
Fueron simples margaritas,
temblorosas y tan tiernas,
apretadas en un puño
y donadas sin reserva.
"Dáselas a la abuelita,
a la madre que te espera,
que yo quiero que se sane
y camine por la huerta"
Y los labios infantiles
me cedieron con presteza,
el cariño y la palabra
con su mundo de inocencia.
Porque tienen los resortes
y conservan la certeza,
de ese mundo de los sueños
en que viven y en que juegan.
Son los niños que nos hablan
que se enfadan y protestan;
no olvidamos que nos miran
y que escuchan sus orejas.
Son los ojos inocentes,
infantiles y sin huellas,
que carecen de legañas
y de lágrimas traviesas.
Porque el niño, cuando llora,
busca siempre a las estrellas,
tras la lluvia de sus ojos
hay un rayo que no cesa.
Hay un faro ceniciento,
un cuaderno que allí lleva,
una brújula sin norte
y un atisbo de leyenda.
Y los niños son sencillos
y sinceros cuando piensan,
a pesar de tantos sueños
que les rondan la cabeza.
Hoy han sido margaritas
y mañana las traineras,
las que empujen a su mano
a la tuya que ya tiembla.
Es cuestión de sentimientos
y de risas muy traviesas,
de volverse como niños
y soñar lo que ellos sueñan.
"...Cuando un niño te regale
la mirada siempre tierna,
no rechaces su pupila
ni la flor que va con ella..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/03/13
Hermosos tus versos, amigo, y tan sensibles...especialmente los últimos, la última estrofa la destaco, es profunda y lleva el misterio de la vida.
ResponderEliminarUn regalo de parte de un niño lleva en si mismo la inocencia y la generosidad más pura que pueden existir...
MUY MUY HERMOSO,RAFAEL.
Eres grande,poeta de los grandes sentimientos humanos.
ABRAZOS PARA TI.
Sí, Maritza, así es en efecto. Los niños tienen esas flores en su alma y deben estar siempre vigentes, como una eterna primavera.
EliminarGracias por tu visita y comentario.
Abrazos para ti querida amiga.
Rechazar esa muestra de amor sería imperdonable. Tan falto estamos de ellas...
ResponderEliminarUna mirada cálida, una margarita e incluso un pétalo...
Abrazos
Sí, Trini, como bien dices, "sería imperdonable", ya que los niños tienen en su inocencia, en sus gestos y en su entrega, el amor y cariño que tanto necesitamos los mayores.
EliminarUn abrazo y feliz jueves.
Nada más hermoso e inocente que la mirada de un niño y esa flor de su corazón que tan tiernamente entraga.
ResponderEliminarHola amigo Rafael.
Para mi siempre es un placer pasarme a leer cuando puedo, últimamente ando perdida del mundo
Besos
Totalmente de acuerdo Anna.
EliminarNo te preocupes ya sabemos que tienes otras prioridades, así que aquí seguiremos, viendo lo que subes y esperando tu llegada cuando puedas.
Besos para ti en este día.
Preciosos versos.
ResponderEliminarRecogen esa magia de la mirada de los niños y ese olor del regalo de una flor. Buena forma de transmitirlo.
Un abrazo.
Gracias J.Gomis, pero es que los niños y ese detalle con las flores roza la parte sensible del alma.
EliminarUn abrazo y feliz día.
uufff esa ternura que te inspira los niños no deja de asombrarme preciosos versos amigo , un abrazote desde mi brillo del mar
ResponderEliminar¿Y quién se resiste ante esa inocencia y ternura Beatriz...?
EliminarUn abrazo desde el cantábrico.
Tierna, dulce y entrañable es esta poesía. Los niños, esos locos bajitos que siempre nos sorprenden.
ResponderEliminarBesos
Cierto Julia, así es, como bien dices. "Esos pequeños canijos que hacen vibrar nuestras almas."
EliminarBesos en la tarde.
Los niños son la alegria y sufrimiento de los mayores, no rechaces una flor, la traen con todo el amor, no hay doblez, un abrazo
ResponderEliminarEs cierto M.Jesús, lo que ellos ofrecen, sea una flor, una sonrisa o un beso es sincero, tal y como dices.
ResponderEliminarUn abrazo en la tarde.
este tipo de regalos que son inconmensurables si vienen de la mano infantil
ResponderEliminarabrazos y feliz jornada Rafael
Cierto Elisa, ya que son más que un regalo.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Hay algo más hermoso que la inocencia de un niño, su limpia mirada y esa ternura en su alma…
ResponderEliminarUNA BELLEZA RAFAEL.
Un cálido abrazo
La mirada es el espejo del alma Sneyder y loa niños llevan ese espejo en sus ojos.
EliminarUn abrazo en la noche.
Hola Rafael que hermoso lo que acabo
ResponderEliminarde leer, maravilloso el sentimiento
de un niño, del cual no deberiamos olvidar el que un día fuimos y que si está dormido lo llevamos dentro, flores, cuadernos, lágrimas una
mezcla exquisita de sensaciones encontradas..
Deberiamos imitarlos pues de ellos es el futuro y su mirada la mirada del alma.. y mantienen esa inoscencia que transpasa toda
fantasia y valoran lo escensial en sus vidas..
Me ah hecho transportar a mis años de niña inquieta que llevaba sus flores a la maestra..
BELLO BELLO..
Un bello descanso..
Gracias Claribel. Es cierto que deberíamos imitar más a los niños en imágenes como la que cuentas, de ese niña llevando flores a la maestra. Debió ser algo muy bonito.
EliminarUn abrazo y feliz viernes.
Cuando un niño te regala algo, te está regalando todo su amor sin condiciones... es algo tan hermoso
ResponderEliminarq tu corazón al instante lo percibe y se siente tan agradecido, q solo dan ganas de abrazarle.
La ternura más pura,ellos son.
Te sonrío con el Alma.
Es que el niño te da todo y te pide todo, y por eso mismo, nada se le puede negar.
EliminarUn beso y una sonrisa también para ti DesdMiVentana.