Dame tus manos,
las quiero entre las mías
y estremecerme.
Sentir tu sangre
llegar hasta los dedos
que están conmigo.
Y acariciarme
tus ojos y mirada
con un suspiro.
...Pero son sueños,
pequeñas mariposas
ya muy lejanas.
Pies en el suelo,
vivamos el presente
y sin palabras.
Ojos que buscan
aquello que no tienen
ansiosamente.
...Y cada tarde
el sol nos abandona
sin despedirse.
Atrás nos deja
las nubes asuradas
y tan rojizas.
También se quedan
los sueños encriptados
con mi silencio.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/01/21
"Quiero tus manos, sentirlas entre las mías", seguro que eso hemos pensado y sentido alguna vez en la vida y con persona o personas muy cercanas que, es posible, que con el tiempo se alejaron de nuestras vidas o nosotros de la de ellos. Hoy vuelven los recuerdos, pero dentro de un presente distinto y en otro escenario y etapa de la vida.
Así ocurren los recuerdos, sin aviso, en cualquier instante, generalmente cuando estamos más sensibles o frágiles. Sabemos que la realidad es otra pero a veces son pequeñas dosis de bálsamos que nos acompañan hasta que -quizás- ya no aparezcan.
ResponderEliminarTus versos son como nubecitas rosadas que capturan los ojos.
Besos para ti amigo, Paty
Me alegro de que veas "esas nubes" que citas, Paty.
EliminarUn abrazo.
Algo que hemos deseado y sentido en muchos momentos de la vida... las manos de alguien que nos haga poesía, así tan bella como la tuya, amigo Rafael.
ResponderEliminarMil besitos en la tarde.
Así es Auroratris.
EliminarUn abrazo.
Que palabras más certeras para describir un sueño que ya está lejos de nuestro alcance y que nos sirvió de ilusión alguna vez en nuestras vidas. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias Campirela, pero... Sigamos soñando, aunque el sueño sea un "imposible"...
EliminarUn abrazo en la tarde.
Es como ver esas manos aprehendiendo las otras, dando o recibiendo muchísimo.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Albada Dos.
EliminarUn abrazo.
Quisiera las manos de mi madre entre las mías y su sonrisa alegrando mi vida. hermoso poema.
ResponderEliminarmariarosa
Pienso igual, María Rosa.
EliminarUn abrazo y gracias.
La nostalgia las vuelve a traer al presente...
ResponderEliminarBellísimos versos.
Gracias Galilea.
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