Dos amapolas
estaban junto al río
muy temblorosas.
Culpa del viento
bajando de los montes
con mucho frío.
Por eso tiemblan
y son muy delicadas
con corta vida.
Luego se irán,
durmiendo con el río,
para otras tierras.
Disfrutarán
de un sueño sobre el agua
que se las lleva.
Quizás arriben
a un puerto sin marinos
ni embarcadero.
Quizás entonces
se duerman las banderas
y los castillos.
¡Benditos sueños
de amor y poesía
de tantos niños!
Las mariposas
sonríen mientras tanto
al ver tus labios.
Quieren besarlos,
libar ese suspiro
con tu candor.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/01/21
Dos amapolas se encuentra, temblorosas, a la orilla del río y el poeta las ve y deja correr la fantasía. Elabora un mundo, una situación, un sueño y, sin darse cuenta, le salen estos versos al papel.
Esa dos amapolas abriendo un mundo. Por esa efímera belleza salvaje
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Albada Dos.
EliminarUn abrazo.
La naturaleza nos invita a fluir, a nacer, morir y luego renacer. Ser esa energía infinita con distintas formas, incluso forma de bella poesía como la tuya.
ResponderEliminarUn beso. Feliz domingo amigo.
Paty
Gracias por tus palabras, Paty.
EliminarUn abrazo y feliz semana.
Cuando veo las amapolas en los campos me da alergia pero a la vez me pregunto porque han de vivir tampoco...Tal vez sea porque las cosas buenas y bellas de la vida son instantes fugaces?. Un abrazo y feliz tarde calurosa de domingo.
ResponderEliminarPensamos igual, Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz semana.
La naturaleza ofrece mucha belleza, también inspiración
ResponderEliminarUn beso
Cierto Verónica.
EliminarUn beso.
Bendita fantasía que nos hace libres cuando algo nos llama y nos provoca. Preciosos versos, amigo Rafael.
ResponderEliminarMil besitos en la noche y feliz semana.
Gracias por tus palabras, Auroratris.
EliminarUn abrazo y feliz semana también para ti.
Es hermosa esta flor compañera de trigales...
ResponderEliminarAbrazo
Sin duda, Impersonem.
EliminarUn abrazo.
Bellísima inspiración la de unas efímeras amapolas.
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