Las alas blancas de enero
ya rozaban las montañas
y dejaban en sus riscos
una lona inmaculada.
A la orilla de la fuente
me paraba y escuchaba,
el murmullo de las aves
con el dúo de las aguas.
Y miraba hacia lo alto,
a las sienes plateadas
de las cimas y colinas
con la nieve dulce y clara.
Era invierno, todavía,
no cantaban la calandrias,
ni los mirlos y jilgueros
se veían por la campa.
Y así enero iba pasando
con la aldea resguardada
de ventiscas y aguaceros
y de lluvias y nevadas.
Yo volvía del paseo,
la pequeña caminata,
que mis pasos emprendían.
cada día en la mañana.
Y venía a la casona,
la casita de mi alma,
donde estaba la familia
aguardando mi llegada.
Y en la puerta de la misma,
de mis labios escapaban
unos besos a la cara
de otras sienes más cercanas.
Tierna madre, te recuerdo,
temblorosa y delicada,
esperándome nerviosa
a comerme tu fabada.
El cocido del invierno
en la fuente bien colmada,
y las risas y las bromas
que dejaban las palabras.
Hoy recuerdo aquellas días,
del invierno con sus alas,
y los ojos se me nublan
y se mojan las pestañas.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/01/24,
Cuantos recuerdo en estos versos, ese cocido me ha traído a la memoria a mi abuela y mama, Un abrazo Rafael y feliz día
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarUn abrazo.
Lindos recuerdos, momentos que nos emocionan y tan bien se leen en tus versos.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Stupenda poesia ricca di emozioni e sentimenti che accarezzano la vita
ResponderEliminarUn caro saluto
Gracias Giorgio.
EliminarUn saludo.
Es emocionante recordar estas etapas tan llenas de calor de hogar y amor incondicional. Muchas veces esos paseos nos hacen conectarnos íntimamente con nosotros mismos y esos recuerdos que son tesoros en la vida.
ResponderEliminarUn abrazo grande para ti amigo.
Paty
Sí, Paty es como dices.
EliminarUn abrazo.
Recordar lo vivido es como volver hacerlo de nuevo.
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael, feliz fin de semana.
Gracias Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz finde.
Qué recuerdos amorosos de otros inviernos de antaño. Un precioso homenaje a esa madre cariñosa y entregada.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Rafael.
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
Rescatar tan tiernos y emotivos recuerdos en un maravilloso poema, Rafael, es preservar, cuidar e inmortalizar.
ResponderEliminarBellísimo.
Abrazo.