Pasé a tu lado, y cerca, en la mañana,
y vi la rosa roja, estremecida,
había mucho frío en el ambiente
y tú le saludabas a la vida.
Eras el sol que madrugaba
la flor que se lamía sus heridas,
el agua que corría por el río,
la fuente tan ansiada y tan querida.
Y me quedé mirándote en silencio,
buscando tu presencia y tu caricia,
y allí me despertó de un dulce sueño,
el rayo de tu luz en lai mejilla.
Entonces regresé hasta tu lado,
besando con mis labios tus pupilas,
y luego en tus oídos, temblorosos,
te dije que te amaba y te quería.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/01/24
Sueño y realidad, tierno y romantico poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Un sueño, dulce y romántico, puede darnos la fuerza para expresar los sentimientos que guarda con sigilo el corazón. Los sueños muchas veces son mensajeros, y hay que oírlos.
ResponderEliminarHermoso poema amigo, te mando un abrazo, que tu día resulte lindo.
Paty
Gracias por tus palabras Paty.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Romántico y delicioso poema, para enamorar.
ResponderEliminarAbrazo
Gracias María del Rosario.
EliminarUn abrazo.
Qué bonito y romántico. El amor es así de simple, y de satisfactorio.
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael. Por un bonito día para ti.
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
Todo un sueño de amor, que eleva leerlo, sentirlo y recordarlo, Rafael...Imagino que has disfrutado escribiéndolo, amigo. Mi felicitación por ello y mi abrazo siempre.
ResponderEliminarComo ya te han dicho... un sueño de amor con el que dejarse acariciar en la sutileza de tus versos.
ResponderEliminar👏👏