Recoge las caricias y suspiros
del día que amanece muy temprano,
recibe las caricias de su mano
en forma de reflejos y papiros.
No busques las riquezas y zafiros
del astro que madruga tan temprano,
si acaso la palabra del hermano,
que cede su sonrisa por serviros.
Arranca de tus labios ese beso
que busca el beso amado, estremecido,
y siente su sabor con embeleso.
Acaba este poema, enloquecido,
y deja al corazón, que vuele ileso,
buscando al pecho amado y su latido.
Rafael Sánchez Ortega ©
29/01/24
Bellissima!!
ResponderEliminarUn caro saluto
Gracias Giorgio.
EliminarUn saludo.
Romántico poema, 👍
ResponderEliminarBuen comienzo de semana
Gracias Ely.
EliminarUn saludo y feliz semana.
Un poema muy enamorado. Muy romántico. Feliz semana Rafael. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz semana también para ti.
Un bello poema, un abrazo y muy feliz descanso.
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
Un soneto que estremece, quien lo lea querrá ser la musa de esos versos.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz martes, Rafael.
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo y feliz martes.